La antigua morada del narcotraficante colombiano, próxima a ser demolida, fue recubierta con imágenes y mensajes que recuerdan a las víctimas del cártel de Medellín
El abandonado edificio Mónaco, antigua morada del fallecido narcotraficante Pablo Escobar en Colombia, estará recubierto de afiches que recuerdan a las víctimas del cartel de Medellín hasta su demolición el 22 de febrero de 2019. "Respeta nuestro dolor, honra nuestras víctimas (1983-1994). 46.612 vidas menos", reza uno de los avisos que ahora se impone ante la mirada de turistas que llegan a visitar el fortín del capo en los llamados "narcotours".
Las imágenes del excandidato a la presidencia Luis Carlos Galán -asesinado en 1989- del periodista Guillermo Cano (1986) y del general de la policía Valdemar Quintero (1989) sobresalen junto a mensajes como "It is not fiction, it is reality (No es ficción, es realidad)". La iniciativa es parte de la campaña de la alcaldía de Medellín para contar otra parte de la historia del narcotráfico que, según la entidad, no siempre registran las series de televisión o los recorridos turísticos de la ciudad.
Transformar la historia
"Esos sitios que se fueron consolidando como esos símbolos de la ilegalidad y tantas personas que van allá justamente con ese morbo (...) ahora se encuentran mensajes que nos tienen que invitar a la reflexión", explicó ante medios el alcalde de la capital antioqueña, Federico Gutiérrez. El búnker de Pablo Escobar será derribado el 22 de febrero de 2019, 25 años después de su muerte, y será transformado en un parque de 5.000 metros cuadrados dedicado a las víctimas.
Aunque un sector de la sociedad se opone a la implosión, Gutiérrez ha reiterado que no se trata de "borrar la historia" sino de "transformarla". En 1988 el cartel de Cali detonó un carro bomba en el edificio Mónaco que por poco deja sorda a la hija del entonces barón de la droga, lo que desató una sangrienta guerra entre carteles.
AFP
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