Cataluña quedaría aislada de España y de Europa tras declarar su independencia

El Parlamento de Cataluña aprobó este viernes la declaración de la independencia de la región del resto de España y declaró su intención de que se convierta en una república. En respuesta, el Senado de España autorizó al Gobierno de Mariano Rajoy para intervenir su autonomía. Según el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay, esto llevaría al aislamiento de la región de España y del resto de Europa, al menos hasta que Madrid logre “restaurar la legalidad”.

“Me temo que están llevando a Cataluña y a la propia España a un abismo político que no se condice con las reglas estatales que deberían prevalecer”, dijo Rodríguez Mackay sobre al afán independentista del presidente catalán, Carles Puigdemont, y sus aliados en el Parlamento, Juntos por el Sí y la CUP. La Unión Europea (UE), a la que pertenece España, y potencias como EE.UU., Alemania y el Reino Unido dijeron este viernes que no reconocerán esta independencia, lo que según el analista, convertiría la región en una “paria”,  “porque ha decidido apartarse de España de manera unilateral, sin razón histórica”.

Consecuencias. Rajoy anunció el sábado pasado que su Gobierno aprobó las medidas que tomará, amparadas en el artículo 155 de su Constitución, para frenar la independencia catalana. Estas incluyen la destitución de Puigdemont y su gabinete, la limitación de las funciones del Parlamento catalán, la toma del mando de las fuerzas del orden y una convocatoria a elecciones. “Las medidas van a ser inmediatas", explica el internacionalista. "Veremos movilización militar y policial en las calles de Cataluña. (…) La fuerza militar y policial entrará en control del Gobierno español. Nadie quiso llegar a esta situación, pero es una evidente rebeldía”.

Las consecuencias también serán económicas. Más de 500 empresas mudaron sus sedes de Cataluña, la región más rica de España, a otras como Madrid y Valencia, ante la incertidumbre política. Con las medidas del Gobierno, “el dinero de Cataluña, el 20% de lo que produce España, pasa al control del Gobierno central”. “Esto va causar intraqulidad en la naturaleza política y estamental de España. Si las inversiones ya se fueron de Cataluña, continuarán yéndose”.

Efecto dominó. Rodríguez Mackay aseguró que los catalanes están hartos de esta corriente independentista y que si bien están favor de su autonomía, no quieren separarse del resto del país.  “La otra mitad de catalanes, que no ha votado por la independencia, quiere pertenecer a España. No por unas cuantas actitudes que quienes han estado al frente del Gobierno regional, Cataluña a quedar en crisis y orfandad, alejada de España”. También explicó que el Senado español le dio tiempo a Puigdemont para cambiar de posición, pero esto quedó descartado cuando se negó a convocar elecciones por una supuesta falta de garantías.

Uno de los peligros más reales de este desarrollo, sin embargo, está en el “efecto dominó” que, según el internacionalista, podría provocar en otras regiones de España. “Hay siempre una cadena. Esperamos que la sensatez imprima el carácter de coherencia que tiene una Europa en proceso de oxigenación”. El país ibérico tiene 17 comunidades autónomas, entre estas Asturias, Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y el País Vasco.