En 2014, Michelle Carter animó a Conrad Roy a encerrarse en el auto cargado con monóxido de carbono.
Este martes, la Justicia de Massachusetts (Estados Unidos), reanudó un polémico proceso que ya lleva tres años sin resolverse. El caso involucra a Michelle Carter, una joven de 20 años a quien la Fiscalía acusa de incitar a su novio al suicidio a través de mensajes de texto.
La Corte Distrital de Taunton deberá determinar si Carter es culpable o no de homicidio involuntario. Lo que confunde a las autoridades es el hecho de que ella no estuvo físicamente presente cuando Conrad Roy se quitó la vida el 13 de julio del 2014.
¿Obediencia o decisión propia? Roy, que entonces tenía 18 años, ya había sido diagnosticado con depresión antes de aspirar voluntariamente monóxido de carbono dentro de su auto. En otras ocasiones, también había intentado morir.
Aquella noche, intercambió decenas de mensajes de texto con Carter, quien tenía 17 años. Según la Fiscalía, esta le dio los ánimos para consumar el suicidio: “Necesitas hacerlo, Conrad. Mientras más lo pienses, más dudas tendrás. Lo único que debes hacer es prender el generador y serás feliz y libre. No lo pospongas más. (…) Vuelve a meterte al auto. Hazlo y punto. Es ahora o nunca”.
Arrepentida. Previamente, ella también le había sugerido el lugar y el método por el mismo medio. Según indicó el portal Boston.com, Roy envió su último mensaje a las 6:45 p.m. En el parqueo del supermercado Fairhaven K-Mart, donde fue hallado muerto, había por teléfono con Carter durante unos 45 minutos.
Minutos después, la joven se comunicó con un amigo para contarle que se sentía culpable por lo sucedido. En estos mensajes, a los que también tuvo acceso la Fiscalía, escribió: “su muerte es mi culpa. Sinceramente, pude haberlo detenido. Era yo la que estaba con él al teléfono y le dije que regrese al auto porque yo sabía que él lo iba a intentar de nuevo y ya no podía tenerlo viviendo así”.
Comparte esta noticia