Luego de perder la mayoría en la Cámara Baja del Congreso, el presidente de los Estados Unidos condicionó una negociación con ellos a que no investiguen su gestión.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confió en llegar a acuerdos con la nueva mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, pero amenazó con cerrar la puerta a esa cooperación y "paralizar el Gobierno" con una "guerra" política si sus opositores le abren investigaciones en su contra.
Aunque perdió el control de una de las dos Cámaras del Congreso en las elecciones legislativas del martes, Trump perfiló al día siguiente como "increíble" e "histórico" el resultado de su partido, e insinuó que su inminente batalla con la reforzada oposición al Ejecutivo le beneficiará de cara a su campaña de reelección en 2020. "Si eso ocurre (y me investigan), vamos a hacer lo mismo (contra los demócratas desde el Senado), y el Gobierno se paralizará, y les echaré la culpa", dijo Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
"Y eso probablemente será mejor para mí políticamente. Creo que sería extremadamente bueno para mí políticamente, porque creo que soy mejor en ese juego que ellos", agregó. Consultado sobre si no le sería posible negociar con los demócratas en temas legislativos al mismo tiempo que se opone a cualquier investigación en su contra, Trump respondió que no. "Si hacen eso, será la guerra", alertó, al opinar que no se pueden hacer "ambas cosas simultáneamente".
Amenazas
En un tuit matutino, Trump había amenazado con usar el control republicano del Senado para abrir investigaciones contra los demócratas por "filtración de información confidencial" y otros temas, en caso de que decidan indagar sobre él. Los demócratas, que tomarán en enero las riendas de la Cámara Baja, han prometido reabrir la investigación del Comité de Inteligencia sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016, además de indagar en algunas políticas de Trump y usar su poder para exigir las declaraciones de impuestos del presidente.
Donald Trump ha desechado la tradición presidencial de publicar anualmente su declaración de la renta, y hoy insistió en que esos documentos "están bajo auditoría" y son tan complejos que "la gente no los entendería". El mandatario combinó esas amenazas con alabanzas a la que probablemente será la próxima presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, a la que había criticado duramente durante la campaña electoral.
"Le doy un crédito enorme a Pelosi, ha trabajado muchísimo para conseguir las cosas. Espero que podamos trabajar juntos", señaló. Trump confió en llegar a acuerdos con los demócratas en temas como "infraestructuras y sanidad", e incluso insinuó que negociar con una mayoría demócrata en la Cámara Baja puede darle mejores resultados legislativos que los obtenidos hasta ahora, con un Congreso controlado por los republicanos. "Podría ser una situación bipartidista preciosa".
Tradición rota
Tras perder el control de ambas Cámaras del Congreso en 2006, el entonces presidente George W. Bush admitió que habían "vapuleado" a su partido; mientras que Barack Obama resumió el resultado de las legislativas de 2010 como "una paliza", después de que los republicanos le arrebataran el dominio en la Cámara Baja. Esta vez, Trump no quiso reconocer ningún tipo de derrota en los comicios del martes, e insistió en que su partido logró "algo muy cercano a una victoria completa". "Realmente creo que tenemos una oportunidad muy buena de llevarnos bien con los demócratas"
El mandatario centró su campaña en el Senado, y hoy enfocó su discurso triunfalista en el leve refuerzo de la mayoría republicana en esa Cámara, donde se espera que su partido logre dos o tres asientos más. "El partido republicano desafió la historia para expandir nuestra mayoría en el Senado (...). Esta elección marca el mayor avance en el Senado del partido de un presidente en su primer mandato desde por lo menos (el mandato del presidente John F.) Kennedy en 1962", defendió.
EFE
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