El presidente también firmó un acción ejecutiva que sienta las bases para lo que definió como una "gran reconstrucción" de las Fuerzas Armadas de su país.
El presidente Donald Trump impuso este viernes por decreto nuevas trabas al ingreso al país de "musulmanes radicales" como refugiados y prometió una "gran reconstrucción" del gigantesco aparato militar de Estados Unidos.
El presidente aseguró desde el Pentágono que el objetivo es "mantener a los terroristas islámicos radicales fuera del país", para garantizar que "no se admite en el país la misma amenaza contra la que nuestros soldados luchan en el extranjero". "Voy a establecer nuevas medidas de escrutinio para mantener a los terroristas islamista radicales fuera de Estados Unidos. No los queremos aquí", afirmó.
"Solo queremos admitir en nuestro país a aquellos que apoyan el país y aman profundamente a nuestro pueblo. Nunca vamos a olvidar las lecciones del 11S (los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU)", comentó Trump.
Restricciones y excepciones. En un primer momento, el equipo de Trump no reveló el contenido detallado de la acción ejecutiva, aunque medios estadounidenses había adelantado que incluye la suspensión de la entrada de todos los refugiados al país durante 120 días y la de refugiados sirios indefinidamente.
Además, suspende la emisión de visados para personas procedentes de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia hasta que se establezcan medidas de "escrutinio extremo" para que no entren terroristas de estas naciones, todas de mayoría musulmana. Según las informaciones adelantadas, la Administración de Trump se reserva una excepción para "minorías religiosas", con el objetivo de acoger a cristianos perseguidos en países de mayoría musulmana afectados por el terrorismo y la guerra civil.
Nuevas Fuerzas Armadas. Donald Trump firmó también un decreto que sienta las bases para lo que definió como una "gran reconstrucción" del aparato militar. Esto se hará "desarrollando planes para nuevos aviones, nuevos navíos, nuevos recursos y nuevas herramientas para nuestros hombres y mujeres uniformados (...). Nuestro poderío militar no será cuestionado por nadie, pero tampoco lo será nuestra dedicación a la paz. Queremos paz", comentó.
Este decreto determina que el secretario de Defensa, James Mattis, tiene ahora un plazo de 30 días para hacer una revisión de la situación general de las Fuerzas Armadas y presentar a la Casa Blanca una lista de recomendaciones para mejorar esas condiciones. (Con información de EFE y AFP)
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