En el segundo y último día de la visita de Trump al Reino Unido, ambos gobernantes exhibieron su buen entendimiento y se rodearon de magnates tecnológicos para anunciar inversiones en el Reino Unido por un monto récord; pero con un único asunto que los distancia: el reconocimiento del Estado palestino.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, renovaron la relación especial de ambos países para "una nueva era" en la que han firmado un pacto de miles de millones de dólares en inversión en tecnología, pero en la que mantienen "desacuerdos" sobre la cuestión palestina.
En el segundo y último día de la visita de Trump al Reino Unido, ambos gobernantes exhibieron su buen entendimiento y se rodearon de magnates tecnológicos para anunciar inversiones en el Reino Unido por un récord de 150 000 millones de libras (unos 173 000 millones de euros), con un único asunto que los distancia: el reconocimiento del Estado palestino.
"No estoy de acuerdo con el primer ministro al respecto. Es uno de nuestros pocos desacuerdos, de hecho", dijo Trump en una rueda de prensa en la residencia campestre de Chequers, a las afueras de Londres, junto al mandatario británico.
Trabajo conjunto en Oriente Medio
El Gobierno británico había anunciado en julio que reconocerá el Estado de Palestina en septiembre, antes de la celebración de la Asamblea General de la ONU, si Israel no cumple una serie de condiciones, entre ellas dar pasos para acabar con la "catastrófica situación en Gaza", decretar un alto el fuego y asegurar que no se anexionará Cisjordania.
Sin embargo, este jueves Starmer ha evitado dar más detalles, limitándose a apuntar que los dos equipos han abordado el tema, que trabajan "juntos" para poner fin a la catástrofe humanitaria en Oriente Medio y que "la cuestión del reconocimiento necesita ser abordada".
"Y, por lo tanto, es parte de ese paquete general que, con suerte, nos sacará de la terrible situación en la que nos encontramos ahora hacia un resultado que sea un Israel seguro y protegido —que actualmente no tenemos— y un Estado palestino viable", añadió.
Trump, por su parte, subrayó que quiere que el conflicto termine. "Quiero que liberen a los rehenes. Creo que todo va a ir bien, pero ha sido un período brutal. Aunque esto está durando demasiado tiempo", lamentó.
Renovación de votos
Por lo demás, Trump y Starmer han bromeado y mostrado una buena sintonía durante la segunda visita de Estado del republicano a Reino Unido, donde según Starmer, Londres y Washington han "renovado la relación especial para una nueva era".
Ambos parecen tener nuevas coincidencias en el conflicto de Ucrania, pues Trump fue tajante al admitir que pensaba que esta guerra "sería más fácil" de solucionar por su relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, pero que este le ha defraudado.
"Me ha decepcionado; realmente me ha decepcionado", apuntó Trump, quien explicó que Putin "está matando a mucha gente" y dejando morir a mucha otra: "Francamente, los soldados rusos están muriendo en mayor medida que los ucranianos".
Starmer aseguró que están trabajando juntos para "poner fin a la matanza en Ucrania": "Hemos debatido cómo podemos fortalecer nuestras defensas, seguir apoyando a Ucrania y aumentar decisivamente la presión sobre Putin para que acepte un acuerdo de paz duradero", añadió ante la prensa.
Incluso Trump ha tocado el 'elefante en la habitación' de la visita, al hablar de la destitución del embajador británico en EE.UU. Peter Mandelson, y sus vínculos con el pederasta convicto Jeffrey Epstein.
"No le conozco. Quizá sería mejor que hablara el primer ministro. Fue su decisión", dijo el líder de la Casa Blanca al ser preguntado por el cese del diplomático británico.
Un millonario pacto
Trump se despidió esta mañana de los reyes Carlos III y Camila en el Castillo de Windsor y llegó a Chequers, donde fue recibido por Starmer, lejos de los gritos de las protestas que se han sucedido en Londres contra su visita.
En Chequers han estado, como ayer durante el banquete de Estado, importantes empresarios y directivos para presenciar "el mayor paquete de medidas de inversión en la historia británica", que supondrá "250 000 millones de libras (287 500 millones de euros) fluyendo en ambas direcciones a través del Atlántico", en palabras de Starmer.
En virtud del acuerdo con empresas estadounidenses, al Reino Unido contará con una inversión récord por 150 000 millones de libras (unos 173 000 millones de euros) de compañías estadounidenses y también "miles de millones" en suelo estadounidense.
Asimismo, Londres y Washington expresaron en un memorando de entendimiento sobre prosperidad tecnológica su deseo común de mejorar la cooperación bilateral en materia de ciencia y tecnología de cara a la "próxima era dorada de la innovación".
Y lo harán a través del desarrollo de la IA, liderando una "era nuclear dorada", alcanzando la "verdadera ventaja cuántica" y asegurando el 6G, de acuerdo con el documento.