Según los medios estadounidenses, hay entre 20 y 30 muertos por el paso de esta tormenta por el sur de su país.
La tormenta Harvey, que este miércoles tocó tierra en el estado de Luisiana (Estados Unidos), ha causado la muerte de más de 20 personas, una cifra que está creciendo en las últimas horas y que se espera que aumente a medida que los servicios de emergencia se abren camino entre las aguas. Según el diario The Washington Post, al menos 22 personas han muerto, una cifra que The New York Times eleva a 30.
El Gobierno de Texas no ha dado cifras oficiales sobre las muertes. Son las autoridades municipales las que están confirmando poco a poco el número de fallecidos, heridos y desaparecidos. Las autoridades de Houston, donde viven 6,5 millones de personas, confirmaron la muerte de seis miembros de una familia hispana cuyo coche fue arrastrado por las fuertes aguas cuando trataban de salir de la ciudad y la del policía Steve Pérez, quien falleció en la madrugada del domingo ahogado en su vehículo cuando trataba de llegar al trabajo. En Galveston se informó de otras seis muertes.
Nueva parada. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), en la madrugada de este miércoles la tormenta comenzó a alejarse de Houston (Texas), donde se mantienen las alertas por inundaciones, y se desplazó hacia la frontera entre Texas y Luisiana. Con unos vientos sostenidos de 45 millas por hora (72 kilómetros por hora), la tormenta tocó tierra al oeste de Cameron (Luisiana), una localidad de 406 habitantes que vio descender su población en un 79 % entre los años 2000 y 2010 debido al impacto del huracán Rita en 2005 y el huracán Ike en 2008.
En Luisiana, sin embargo, el huracán que se mantiene más fresco en la memoria colectiva es el Katrina, uno de los desastres naturales más mortíferos de EEUU con más de 1.800 víctimas mortales. Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes esperan que Harvey vaya debilitándose progresivamente durante el día hasta convertirse en una tormenta tropical por la noche. Harvey dejará grandes cantidades de lluvia en Luisiana antes de desplazarse a los estados de Arkansas, Tennessee y Misuri, donde también podría dejar inundaciones.
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