Natalie Corona, de solo 22 años y menos de seis meses después de su graduación, acudió a atender un accidente de tránsito menor. La actividad que parecía de rutina, pero acabó costándole la vida cuando se cruzó con Kevin Limbaugh.
Miles de personas, incluidos oficiales de todo Estados Unidos, asistieron el fin de semana al funeral en California de una joven policía hispana asesinada a sangre fría días antes mientras atendía un accidente menor de tráfico. Realizada en la Universidad de California con unas 8.000 personas, la ceremonia en memoria de Natalie Corona, quien al morir contaba con 22 años, contó también con la asistencia de importantes funcionarios del estado, incluido el gobernador, Gavin Newsom, y el fiscal general, Xavier Becerra.
"Era una policía perfecta por su dedicación y compromiso", dijo Darren Pytel, jefe del Departamento de Policía de Davis, al dar a conocer el otorgamiento en forma póstuma de la Medalla Púrpura y otra de distinción a Corona. El oficial exaltó las muchas cualidades de la agente y entregó las distinciones a los padres de la joven. Igualmente, informó que su placa número 224 será colocada en un lugar especial, como homenaje, en la sede de la Policía de Davis.
El asesinato
Corona, que había terminado su entrenamiento de campo justo antes de la pasada Navidad, era conocida en el Departamento por su dedicación y entusiasmo en el trabajo y su orgullo por formar parte del cuerpo de agentes de Davis, se destacó hoy. Graduada de la academia policial en julio de 2018, había iniciado su trabajo como policía dos semanas antes del 10 de enero, cuando acudió sola en una acción de rutina al sitio de un accidente de tránsito en el centro de Davis.
Mientras recibía la información de uno de los automovilistas, un transeúnte -que no estaba involucrado en el accidente como se informó inicialmente- disparó contra la agente en repetidas ocasiones. Corona fue llevada al hospital de UC Davis, donde falleció alrededor de la medianoche. El atacante, identificado posteriormente como Kevin Limbaugh, de 48 años edad, huyó del sitio y fue localizado posteriormente en su vivienda.
Luego de un breve enfrentamiento con la Policía, Kevin Limbaugh se quitó la vida de un disparo. Las autoridades encontraron una nota en la vivienda de alquiler donde Limbaugh residía, en la que acusaba al Departamento de Policía de Davis de ataques "con ondas de ultrasonido para evitar que mis perros ladren".
"Esto ha continuado durante años y no puedo seguir viviendo así", finalizaba la nota. Esta acusación ha sido desmentida por la Policía al asegurar que no utilizan ningún tipo de señales sónicas con este fin. A raíz de un enfrentamiento violento con otra persona en septiembre, Limbaugh había entregado un rife de asalto de su propiedad en noviembre de 2018. No obstante, en poder del atacante se encontraron dos pistolas semiautomáticas, informó al policía.
A Corona le sobreviven su padre Merced Corona, quien durante 26 años fue miembro de los alguaciles del condado de Colusa y se retiró como sargento; su madre Lupe, profesora de primer grado, y sus hermanas Jackie, Cathy y Cindy. Luego de la ceremonia en Davis, el cortejo fúnebre inició la marcha hasta Arbuckle, 40 millas (65 km) al noreste, sitio de residencia de la familia y donde la joven hispana fue sepultada.
EFE
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