La tormenta zarandeó edificios, anegó las calles, rompió ramas de árboles, tiró al suelo señales de tráfico y dejó sin electricidad a cientos de miles de personas.
El huracán Harvey, el de mayor fuerza que ha tocado territorio estadounidense en 12 años, ha dejado ciudades devastadas en la costa este del estado de Texas y la amenaza de precipitaciones torrenciales que podrían causar "dramáticas inundaciones" con una altura de hasta 1,3 metros.
"Nuestra principal preocupación sigue siendo unas inundaciones dramáticas", dijo este sábado el gobernador texano, Greg Abbott, en una rueda de prensa en Austin (Texas), desde donde se está coordinando la respuesta al ciclón.
Temen grandes inundaciones. Según explicó Abott, Harvey ya ha dejado inundaciones de hasta medio metro de altura en la ciudad costera de Corpus Christi y concentraciones de hasta 40 centímetros de altura en Houston, zonas ya saturadas por el agua y que podrían llegar a registrar inundaciones de 1,3 metros de altura.
Precisamente, entre las ciudades con mayor riesgo de inundaciones se encuentra Houston, la cuarta más grande de EE.UU. con una población de dos millones de personas y donde las autoridades activaron la alerta por tornados e inundaciones ante la posibilidad de que las lluvias desborden los ríos que atraviesan la urbe.
"Los rezos nos protegerán". En los últimos días, decenas de miles de personas abandonaron sus casas en la costa de Texas y huyeron hacia el interior siguiendo las órdenes de las autoridades, quienes pidieron a quienes decidieran quedarse que escribieran sus datos en sus antebrazos con el fin de que las autoridades puedan identificarlos si sufren algún daño.
En general, la población del Texas recibió el huracán con nerviosismo y algunos de los diarios del estado conservador, como The Victoria Advocate, abrieron hoy sus portadas con alusiones a Dios y con un llamativo titular: "los rezos nos protegerán". Cerca de 300.000 personas en Texas se han quedado sin electricidad y la vuelta de la corriente podría tardar días debido a los fuertes vientos, según dijo el gobernador Abbott.
Comparte esta noticia