Greg Manteufel, un pintor en Wisconsin, Estados Unidos, sufrió frío y vómitos luego de que una bacteria presente en la saliva de uno de sus perros ingresó a su sangre. Los médicos tuvieron que amputar sus extremedidades.
(Agencia N+1 / Víctor Román). Los perros son conocidos como los mejores compañeros de los humanos. Pero hay ocasiones en los que los peludos amigos pueden hacernos daño sin proponérselo. El último caso se ha dado en Wisconsin, Estados Unidos, donde un hombre perdió sus manos y piernas debido a una infección.
Una noche del mes pasado, Greg Manteufel comenzó a sentirse mal con fiebre y vómitos. Parecía que tenía un simple resfriado, pero a la mañana siguiente su temperatura se elevó tanto que tuvo que ser llevado de emergencias. En el camino al hospital, su esposa se percató de unos moretones en todo el cuerpo, como si alguien lo hubiese golpeado.
De acuerdo al Washington Post, Manteufel sufrió una rara infección en la sangre luego de que bacterias dañinas de la saliva de un perro se filtraran en su torrente sanguíneo, causando sepsis o envenenamiento de la sangre por bacterias. Aunque fue tratado con antibióticos para detener la infección, lamentablemente los coágulos bloquearon el flujo de sangre a sus extremidades, causando la muerte de los tejidos y los músculos.
Una extraña bacteria
La causante de la desgracia es una bacteria llamada Capnocytophaga canimorsus, que atacó el cuerpo del pintor con tanta agresividad que los médicos tuvieron que amputarle las piernas desde la rodilla hacia abajo y luego las manos, para poder salvarle la vida.
La bacteria usualmente se encuentra en perros y gatos. Está presente en la saliva de la mayoría de los perros sanos y, por lo general, no es dañina para los humanos. Pero en casos muy raros, la bacteria puede envenenar la sangre y causar la muerte. Por eso les médicos creen que Manteufel tuvo muy mala suerte.
Hasta ahora no saben qué animal es el que causó la infección. Ya que momentos previos a enfermarse, el hombre de 48 años, que se ganaba la vida pintando casas, había tenido alrededor de ocho perros, incluido el suyo. La bacteria podría provenir de cualquiera de esos perros que lo lamieron.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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