La búsqueda de objetivos para calmar la escalada de violencia que vive esa región del mundo no se ha dado tras la llegada del secretario de Estado de EE.UU.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, finalizó hoy su vista relámpago a Israel y Palestina sin que se anunciase ningún acuerdo de medidas para rebajar la actual escalada de violencia.
Esta primera visita a la región en 16 meses, desde el conflicto de Gaza de 2014, puso de manifiesto la falta de esperanza política que la Administración del presidente Barack Obama tiene en el avance de las negociaciones entre israelíes y palestinos, cuyo enésimo fracaso fue liderado también el pasado año por Kerry.
No se esperaba de él un relanzamiento del proceso de paz, sino la búsqueda de objetivos limitados para calmar la situación y reducir la ola de violencia que desde el primero de octubre deja 96 palestinos muertos -la mitad en ataques consumados, frustrados o supuestos- y 19 israelíes, además de tres personas de otras nacionalidades.
El secretario de Estado se puso manos a la obra abriendo su jornada de entrevistas en Jerusalén con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien había visto dos semanas atrás en Washington durante una visita oficial.
Junto a él realizó una declaración de prensa antes de debatir en privado sobre asuntos de seguridad regional, con especial foco en Siria y el grupo Estado Islámico (EI), y en las maneras de detener "la violencia contra los israelíes", según una nota de la Oficina del primer ministro.
EFE
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