Según The Washington Post, este permiso destinado para extranjeros con capacidades extraordinadas, le fue entregado cuando era la novia del ahora presidente Donald Trump.
La primera dama estadounidense, Melania Trump, obtuvo en 2001 la residencia permanente en EE.UU. gracias a un programa para extranjeros con "capacidades extraordinarias" que se conoce popularmente como la "visa Einstein", según confirmó su abogado, Michael Wildes.
Se desconocen cuáles fueron los motivos que llevaron al Gobierno estadounidense a conceder a Melania, una exmodelo eslovena, un permiso de residencia permanente bajo un programa que suele beneficiar a académicos reconocidos, ejecutivos de multinacionales, atletas olímpicos o estrellas ganadoras del Óscar.
"La señora Trump obtuvo su tarjeta de residencia de forma legal, y estaba más que ampliamente cualificada y era completamente apta para una tarjeta de residencia por capacidades extraordinarias", afirmó Wildes.
El abogado de la primera dama no quiso dar más detalles sobre cómo logró ese beneficio, con el fin de "proteger la privacidad de la señora Trump".
Según el diario The Washington Post, Melania solicitó ese permiso en 2000, cuando era la novia del ahora presidente estadounidense, Donald Trump, y su apellido aún era Knauss. En marzo de 2001, le concedieron una tarjeta de residencia permanente bajo el programa EB-1, bautizado popularmente como "visa Einstein" por los congresistas que en 1990 redactaron la ley que creó esa vía de acceso a Estados Unidos.
"Es una categoría de tarjeta de residencia permanente que está reservada a personas que puedan demostrar capacidades extraordinarias en las ciencias, artes, educación, negocios o en el campo atlético", explicó la experta en el Instituto de Política Migratoria, Sarah Pierce.
Normalmente, los solicitantes suelen demostrar su excelencia mediante "una aclamación nacional o internacional sostenida", como cartas de autoridades u otras figuras célebres de prestigio, agregó.
Modelo en Nueva York
Varios expertos en el programa han expresado su sorpresa de que éste beneficiara a Melania, que comenzó a trabajar como modelo en Nueva York en 1996 pero no era demasiado conocida en el competitivo mundo de la moda de esa ciudad, según fuentes citadas por el Post.
La verdadera fama de Melania comenzó cuando empezó a salir con Trump en 1998, un momento en el que trabajaba en Nueva York gracias a un visado H1-B para inmigrantes cualificados. (EFE)
