Según Vladímir Putin, las acusaciones en contra de su Gobierno son parte de una "campaña antirrusa". El Kremlin espera que la reunión de la OPAQ ponga “punto final” al caso.
Rusia acusó este miércoles a los servicios especiales del Reino Unido y de Estados Unidos del evenenamiento del exagente doble ruso Serguei Skripal e instó a los occidentales al diálogo y no a las represalias, para evitar una nueva crisis como la de los misiles en Cuba. Acusada por los países occidentales, Moscú convocó una reunión de la Organización para la prohibición de armas químicas (OPAQ) en La Haya, para exigir respuestas sobre esas acusaciones.
Vladimir Putin, que denunció una "campaña antirrusa", dijo esperar que esta reunión ponga "punto final" al caso, que condujo a la más grave crisis diplomática entre Este y Oeste desde la Guerra Fría y a la expulsión de unos 300 diplomáticos de una y otra parte. Londres designó a Rusia como responsable del ataque perpetrado a principios en el sur de Inglaterra, para envenenar con un agente neurotóxico a Serguéi Skirpal, un exespía doble que trabajó para los servicios secretos británicos, y a su hija Yulia. Moscú siempre negó estas acusaciones.
Exigen rectificación
El gobierno ruso también exigió este miércoles al Reino Unido que "se disculpe" después de que el laboratorio británico que analizó el agente químico utilizado para envenenar a Skripal reconociera que no tenía pruebas de que la sustancia proviniera de Rusia. Por su parte, el jefe del servicio de inteligencia exterior ruso, Serguei Naryshkin, calificó el caso de "provocación grotesca" de los servicios especiales británicos y estadounidenses.
"Es necesario acabar con este juego irresponsable que consiste en seguir avivando la hoguera, y renunciar a la fuerza en las relaciones internacionales, para no llevar las cosas hasta una segunda crisis de los misiles de Cuba", declaró Naryshkin. El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, ya había afirmado el lunes que el envenenamiento "podía haber sido en el interés del gobierno británico" para distraer la atención de la población sobre los problemas del Brexit.
Tácticas
El Gobierno ruso espera esclarecimientos sobre las acusaciones británicas durante la reunión de 41 miembros de la OPAQ, que se realizará en un edificio en La Haya en medio de fuertes medidas de seguridad. Londres había pedido a la OPAQ que comprobara "el análisis del gobierno" británico. Sus expertos acudieron al Reino Unido para obtener muestras de la sustancia utilizada en el envenenamiento, que serán analizadas en laboratorios internacionales independientes.
Sin embargo, la delegación británica calificó este miércoles de "perversa" la propuesta. "La propuesta rusa de una investigación conjunta sobre el incidente de Salisbury es perversa", publicó la delegación británica en Twitter. Además, aseguraron que se trata de una "táctica de diversión y de desinformación para eludir cuestiones sobre las que las autoridades rusas deben responder".
Origen misterioso
En víspera de esta reunión de la OPAQ el laboratorio británico que analizó la substancia usada contra el exespía reconoció no tener pruebas de que esta proceda de Rusia. El laboratorio identificó la sustancia como Novichok, un agente neurotóxico de tipo militar, y consideró, sin embargo, que su fabricación necesitaba "métodos extremadamente complejos, algo de lo que solo tendría capacidad un actor estatal". Putin alegó, no obstante, que esta sustancia podía ser fabricada "en una veintena de países del mundo".
Sergueï Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, seguían hospitalizados esta semana. El estado de esta "mejora rápidamente", y ya "no está en estado crítico", contrariamente a su padre, que sigue "estable", según el hospital. Skripal, antiguo coronel del servicio de información del Ejército (GRU), fue condenado en Rusia por "alta traición" antes de ser objeto de una canje de espías en 2010. Desde entonces se instaló en Reino Unido.
AFP
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