El suboficial fue asesinado durante un operativo encubierto contra el narcotráfico en 2016.
La Administración para el control de Drogas (DEA) de Estados Unidos realizó un homenaje póstumo para el suboficial de la Policía Nacional, Edgar Wilber Quispe Rojas quien fue asesinado por narcotraficantes cuando realizaba una operación encubierta en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). El suboficial recibió la medalla ‘Corazón púrpura’, el distintivo de mayor valor concedido a las Fuerzas Armadas de estadounidenses.
De acuerdo a información del diario La República, el jefe de la DEA Chuck Rosenberg entregó el reconocimiento al padre de Edgar, quien fue acompañado por el director de la PNP, Vicente Romero durante una ceremonia en la ciudad de Washington DC. Es la primera vez que se entrega este reconocimiento a un ciudadano peruano.
Última operación. El suboficial trabajaba para la Dirandro y estaba dedicado a perseguir las mafias de narcotraficantes del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). En agosto de 2016, Quispe Rojas fue seleccionado por la DEA por su alta preparación, para participar de una operación encubierta con el fin de impedir un envío de cocaína a Europa y Norteamérica.
El día 17 de ese mes, un informante le debía dar pistas sobre la nueva ruta para sacar la droga del país, pero traicionó al suboficial y le llevó con engaños hasta La Convención en Cusco donde fueron interceptados por narcotraficantes. El suboficial fue capturado y asesinado por el narcotraficante Efraín Bañico Quispe.
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