A sus 95 años de edad, un exmiembro de las 'SS' nazi se enfrenta a la posibilidad de ser condenado por crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La Justicia alemana abrió hoy el proceso contra un exenfermero de las SS nazis de 95 años, al que se imputa complicidad en la muerte de al menos 3.681 prisioneros del campo de exterminio de Auschwitz. Su caso se inscribe en la serie de juicios tardíos contra los crímenes del nazismo.
El caso. El acusado, Hubert Z., compareció ante la Audiencia de Neubrandenburg (este del país) en silla de ruedas, en el que era el cuarto intento de iniciar el proceso. Las tres ocasiones anteriores se suspendieron por la frágil salud del acusado. Los cargos contra él son los de los presos de Auschwitz muertos en sus cámaras de gas en el mes en que prestó servicio ahí, del 15 de agosto al 14 de septiembre de 1944. Se estima que en ese periodo llegaron al campo de exterminio catorce trenes con deportados, de los cuales al menos 3.681 fueron asesinados en cámaras de gas.
Crímenes que no prescriben. El juicio sigue el modelo de otros procesos abiertos en Alemania en los últimos años por complicidad en crímenes nazis (sin que necesariamente hayan sido culpables directos de las muertes), tras el precedente marcado en 2011 por la condena a cinco años contra el ucraniano John Demjanjuk, exguardia del campo de Sobibor. En algunos casos los juicios se han desestimado por razones de edad y de salud de los procesados, mientras que en otros han terminado en penas simbólicas que los condenados han recurrido o no han llegado a cumplir, como ocurrió con el mismo Demjanjuk, muerto en un asilo de ancianos unos meses después de escuchar sentencia.
Se espera un proceso largo. La sesión de este lunes se cerró unas horas después de escucharse el pliego acusador y está en el aire si el juicio proseguirá la próxima semana, ya que debe resolverse una demanda por presunta parcialidad presentada contra la Audiencia. Tanto la Fiscalía como la acusación particular y organizaciones de víctimas del nazismo han criticado a la presidencia de la corte, que en tres ocasiones suspendió la apertura del juicio atendiendo al argumento de la defensa de que su cliente no está en condiciones de ser juzgado. Por su parte, el abogado defensor Peter-Michael Diestel niega la culpabilidad de su cliente y argumenta que en Auschwitz se dedicó a atender a otros miembros de las SS y a soldados. EFE
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