El asesinato cometido por Abdul D., un refugiado afgano, contra su novia alemana conmocionó a este país europeo. Ahora las autoridades locales investigan las causas de su muerte mientras cumplía condena por el feminicidio.
Un joven afgano condenado a ocho años y medio de cárcel por haber matado a cuchilladas en diciembre de 2017 a su exnovia, una adolescente alemana de 15 años, fue hallado sin vida colgado en su celda, según los medios que se remiten a informaciones de las autoridades. Abdul D. supuestamente menor de edad en el momento de la agresión mortal, fue encontrado a las 06.00 de la mañana (04.00 GMT) del pasado jueves en su celda en la prisión de menores de Schifferstadt (oeste), indicaron la Fiscalía de Frankenthal y la policía de Rheinpfalz.
Los indicios apuntan a que no hubo terceras personas implicadas. Según la dirección del centro penitenciario, el joven no había dado muestras de intenciones suicidas. La Fiscalía y la policía judicial de Ludwigshafen han abierto una investigación para determinar las circunstancias de la muerte. La autopsia fue realizada al día siguiente en el instituto anatómico forense de Maguncia.
El abogado de Abdul D., Maximilian Endler, se mostró consternado por la noticia, según publicó el diario Bild. "Esto me entristece, de momento ni siquiera he sido informado por las autoridades. Sé que mi cliente tenía frecuentemente problemas dentro del centro penitenciario, pero eran de naturaleza disciplinaria. Llamaba la atención con frecuencia de forma negativa", declaró. No obstante, que quisiera quitarse la vida, no lo habría creído nunca, agregó el abogado, aunque reconoció que últimamente no habían estado en contacto.
Ubicación de Schifferstadt, donde el hombre estaba detenido
El asesinato
Abdul D., que ingresó en Alemania como menor no acompañado en 2016, se abalanzó poco antes de Navidad de 2017 en una droguería en la ciudad de Kandel (oeste) sobre su víctima y la acuchilló, aparentemente por celos. El asesinato causó una gran conmoción en toda Alemania y reabrió la discusión sobre cómo determinar la edad de los jóvenes refugiados que ingresan en el país y que con frecuencia afirman ser menores de edad.
El juicio se celebró a puesta cerrada, precisamente porque el propio acusado había asegurado tener 15 años cuando cometió el asesinato. Pero según un informe médico realizado a posteriori, Abdul D., que al inicio del juicio en junio pasado se mostró arrepentido, tenía en el momento de los hechos entre 17 años y medio y 20 años. Los padres de la adolescente, quien había roto con el condenado tras varios meses de relación, le habían denunciado unas semanas antes de la agresión mortal por amenazas e insultos a su exnovia, tanto por teléfono como a través de redes sociales. EFE
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