Miles de personas salieron a protestar en todo el país en rechazo a la visita del republicano, que realizó de forma paralela su primera visita como presidente al Reino Unido.
Decenas de miles de personas protagonizaron este viernes multitudinarias protestas en el centro de Londres y en todo el Reino Unido para decir, "alto y claro", al presidente estadounidense, Donald Trump, que "no es bienvenido" al país, donde efectúa su primera visita oficial.
"Say it loud, say it proud, Donald Trump's not welcome here" ("Dilo alto y claro, Donald Trump no es bienvenido aquí") fue el cántico que más veces se repitió en las manifestaciones que inundaron la capital británica, las cuales, desde primera hora de la mañana, obligaron a cerrar las principales arterias de la ciudad.
Las plataformas Women's March London y Together Against Trump organizaron las mayores movilizaciones, que terminaron en las plazas del Parlamento y de Trafalgar, respectivamente.
Según las cifras de los organizadores, la primera marcha de las mujeres habría congregado hasta 50.000 personas y unas 100.000 la segunda, en la que sería una de las movilizaciones más multitudinarias desde las de 2003 contra la guerra de Irak, si bien las concentraciones se sucedieron en todo el país.
La respuesta ante la visita de Trump se pudo oír en puntos como Belfast (Irlanda del Norte), Glasgow (Escocia) o Windsor (a las afueras de Londres y donde el presidente estadounidense se reunió hoy con la reina Isabel II), donde también se congregaron miles de manifestantes.
La organización Stonewall, que lucha por los derechos LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), se unió a la marcha de las mujeres que terminó en el Parlamento y su directora ejecutiva, Ruth Hunt, explicó a Efe que la movilización era necesaria para asegurar que "el resfriado que recorre América, no nos haga (al Reino Unido) contraer la gripe".
"Una de las primeras cosas que hizo (tras ser elegido) es decir que los transexuales no podían servir en el Ejército, y nosotras sabemos que, cuando se empiezan a atacar los derechos LGBT, el resto de las comunidades también caen, por lo que tenemos el deber de juntarnos y decir: 'No en nuestro nombre, no está bien'", aseguró. (EFE)
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