Un pueblo de Islandia pintó un paso de cebra que genera una ilusión óptica que obliga a los autos a disminuir la velocidad.
Ísafjörður es un pequeño pueblo pesquero en Islandia. Desde el jueves pasado, la ciudad ha saltado a la fama por la instalación de un paso de cebra tridimensional en uno de sus barrios. El pintado tiene un efecto óptico que parece que flota sobre la calle. La idea es que al verlo, los conductores frenen.
"Hay tanta gente hablando del paso de cebra que creo que hemos concienciado sobre los límites de velocidad a toda Islandia", explicó Gautur Ivar Halldorsson, gerente de la empresa Vegamálun GÍH que se dedica a pintar calles, pistas y aparcamientos, al diario español El País.
Llama la atención. Halldorsson explicó que el conductor lo ve a cierta distancia y va frenando poco a poco. También contó que hay peatones que se han detenido sobre el paso de cebra para tomarse fotos. "Quizás se convierta en un problema cuando el pueblo esté lleno de cruceristas interrumpiendo el tráfico", admite.
La idea surgió de un paso de cebra similar en Nueva Delhi en la India. Halldorsson propuso la idea a la alcaldía islandesa hace un par de semanas y fue aprobada por las autoridades. "Estoy disfrutando de la atención mediática de este trabajo", comentó, "todos nuestros otros pasos de cebra son normales, espero volver a hacer más como este".
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