El país europeo acusa al gigante estadounidense de disminuir intencionalmente el rendimiento y la duración de sus teléfonos inteligentes.
La justicia francesa ha abierto una investigación preliminar contra Apple por supuesta 'obsolescencia programada' en ciertos modelos de iPhone.
El caso, abierto el pasado cinco de enero, llega tras la denuncia de la asociación francesa Alto a la obsolescencia (HOP), presentada el 27 de diciembre de 2017. Ellos acusan al gigante tecnológico de disminuir intencionalmente el rendimiento y la duración de sus smartphones mediante su sistema de actualización.
Quieren ir más lejos
La asociación considera que Apple puede ser demandada por los teléfonos que vendió en Francia desde la promulgación de la ley de transición energética que introdujo el delito de obsolescencia programada el 17 de agosto de 2015.
Se trata de la segunda investigación de este tipo en Francia después de la que se abrió en Nanterre, a las afueras de París, contra el fabricante japonés de impresoras Epson.
La sucursal de Apple en Francia no se ha pronunciado hasta el momento.
Confesión sincera
El grupo estadounidense, que cada año saca a la venta un nuevo modelo de iPhone, reveló el 21 de diciembre que ralentizaba de forma voluntaria el rendimiento de los teléfonos para 'prolongar su duración'.
La decisión se tomó, según la compañía, debido al uso de baterías de ion de litio, a las que cada vez les cuesta más responder a las numerosas demandas del usuario a medida que el celular va siendo utilizado.
Con estas declaraciones se confirma el rumor que venía circulando desde hace unos años en la prensa especializada. (AFP)
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