El presidente de Francia, François Hollande, recibirá el próximo 17 de noviembre a su homólogo iraní, Hasan Rohani.
El presidente de Francia, François Hollande, recibirá el próximo 17 de noviembre a su homólogo iraní, Hasan Rohani, en una reunión dedicada en buena medida al conflicto en Siria, con la vista puesta en las próximas citas diplomáticas.
El Elíseo precisó hoy en un comunicado que la entrevista, organizada con ocasión de la visita oficial de Rohani a Francia, servirá para hablar de "las cuestiones regionales, en particular el dossier sirio con las perspectiva de las próximas citas diplomáticas".
Una alusión a la cumbre ministerial multinacional dedicada a ese conflicto el pasado 30 de octubre en Viena, en la que participaron 19 países, que no llegaron a ningún acuerdo pero decidieron volver a discutir en unas semanas.
Por un lado estaban los aliados del presidente sirio, Bachar al Asad, como Irán y Rusia, por el otro sus detractores, como Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí, Turquía y Catar.
Hollande y Rohani, que se reunieron el pasado 27 de septiembre en Nueva York, donde coincidieron para la Asamblea General de la ONU, también seguirán con la reactivación de la cooperación bilateral, que había permanecido congelada hasta la firma del acuerdo sobre el programa nuclear iraní en julio.
Está previsto que ministros de ambos países rubriquen una serie de acuerdos sobre el diálogo político, la cooperación económica, el transporte aéreo, la sanidad y la agricultura.
El anuncio de la reunión entre los dos presidentes en París se produce después de que en los últimos días se produjeran filtraciones a la prensa sobre los preparativos, y en particular sobre el hecho de que el Elíseo había renunciado a una comida de trabajo por las exigencias de los iraníes para que ninguno de los comensales pudiera consumir alcohol.
Fuentes del entorno de Hollande citadas por "Europe 1", el Elíseo no estaba dispuesto a transigir porque nunca se había retirado el vino de la mesa, ni siquiera con otros jefes de países musulmanes, aunque los cocineros preparen en esos casos platos halal (permitidos por la religión musulmana).
Se estudió la posibilidad de organizar un desayuno, pero los iraníes consideraron que en términos protocolarios hubiera sido demasiado ligero.
Por ello la solución final ha sido una reunión de unas dos horas de duración sin comida, en la que las delegaciones podrán beber té y café, según "France 2".
EFE
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