Testigos citados por la prensa europea contaron lo que hicieron algunos padres para salvar a sus hijos del incendio que ha dejado al menos seis muertos y decenas de heridos.
Desesperación. Varios adultos lanzaron a niños pequeños desde las ventanas de la Torre Grenfell, un edificio de 24 pisos y 120 departamentos en el barrio de Kensington, al oeste de Londres. Según contaron testigos, intentaron así salvarlos del incendio desatado por la madrugada y que ha dejado al menos 6 muertos y más de 70 heridos.
Un bebé se salvó tras ser arrojado por una mujer desde el noveno o décimo piso del bloque, que incluye viviendas de protección oficial (las que se ofrecen a personas sin recursos económicos), explicó a la agencia PA una vecina, Samira Lamrani. La testigo, que estaba debajo del edificio, dijo que desde la calle podía ver "a gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando". "En una de las ventanas, en el noveno o décimo piso, había una mujer haciendo señas, explicando que iba a tirar a su bebé y que si alguien podía cogerlo”.
Desesperación. Fue un hombre, según dijo Lamrani, quien escuchó la súplica de la mujer y consiguió atrapar al niño, que al parecer sobrevivió. El incendio, del que aún se desconoce la causa, comenzó a las 00:15 GMT de este miércoles (7:15 p.m. del martes en Perú). La misma testigo narró cómo la gente que se agolpaba en las inmediaciones del bloque de pisos trataba de "tranquilizar" a las personas que se "asomaban y chillaban" por las ventanas.
"Podía ver la muerte en sus miradas”. Lamrani aseguró que “los gritos, especialmente de los niños" se le quedarán "grabados durante mucho tiempo". Otra testigo de la tragedia, una residente del edificio llamada Zara, conto que vio a otra mujer arrojar a su hijo, de unos cinco años, desde una ventana del "quinto o sexto piso". "Creo que el niño tiene algunos huesos rotos y moratones pero que está bien”.
¿Negligencia? Uno de los residentes del edificio, Paul Munakr, que vive en el séptimo piso y logró escapar, declaró a la BBC que cuando se desató el fuego, no se escuchó "la alarma antincendios". Lo que le alertó fue el sonido de las sirenas de los bomberos y las personas que, desde la calle, gritaban: "No salten, no salten". "No sé si hubo personas que saltaron desde las ventanas para escapar del fuego pero para mí, lo principal en este incidente, es que las alarmas antiincendios no saltaron dentro del edificio".
Otro testigo, Jody Martin, presenció como uno de los residentes del bloque "saltó hacia la calle" desde una de las ventanas, y cómo otra mujer "agarraba a su bebé por la parte exterior de la ventana". "Yo les gritaba que salieran y ellos me decían que no podían abandonar sus pisos, que el humo era demasiado intenso en los pasillos". EFE


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