María Bersabé Ponce, de 86 años, lo perdió todo luego de un terremoto. Su ingenio y necesidad la llevaron a diseñar una vivienda que hoy es una atracción turística.
Se llama María Bersabé Ponce y construyó su propia casa con botellas y tapas plásticas. La modesta vivienda de cincuenta metros cuadrados se ha vuelto una atracción y un símbolo del reciclaje en El Salvador, pero el origen de esta idea no es el más feliz.
El 13 de enero del 2001, un sismo de 7,6 grados dejó sin hogar a la mujer de 86 años. Según recogió el diario La Nación, de Paraguay, Ponce tuvo un sueño luego de la tragedia. “Vi una casita de botellas de plástico en una montaña y es por eso que decidí hacerla, y lo logré en el 2005”.
Cumplió su sueño. Durante meses, caminó a diario en distintas zonas de acopio de desechos. Juntó una gran cantidad de envases que luego perforó y ensartó en varas de madera. Sin mayor conocimiento de ingeniería, terminó con la que hoy llama su "Casita Encantada".
Su hija, Rosa Miriam, es también su vecina. Según contó, la idea le pareció una “locura”. Sin embargo, hoy agradece que la perseverancia de su madre en cumplir su sueño les genere ingresos. Los visitantes que llegan para ver la construcción siempre dejan algo de dinero.
La casa está ubicada en la comunidad El Borbollón, a unos 140 kilómetros de la ciudad de San Salvador. No tiene muebles ni servicio de electricidad. Al interior hay unos cuantos cuadros colgados y una hamaca donde la anciana descansa.
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