En diversos lugares de la capital de Nicaragua se pueden observar arreglos luminosos que atraen la atención de turistas.
Por estos días Managua está llena de luz, ninguna época del año ilumina más la capital de Nicaragua que la Navidad. Esto es normal en cualquier ciudad pero no aquí, donde las luces aumentan en tonos e intensidad con cada diciembre.
Las familias nicaragüenses lo han notado, llegan desde todos lados del país, y algunas de afuera, para disfrutar las noches de diciembre en el antiguo centro de Managua, en el norte de la ciudad, a orillas del lago Xolotlán, el punto más iluminado de todos.
Algunas personas aprovechan las visitas de amigos extranjeros para llevarlos al Paseo de los Estudiantes, las réplicas de la Vieja Managua, la Avenida de Bolívar a Chávez, la Plaza de la Revolución y el Puerto Salvador Allende, los sitios más iluminados del norte de Managua.
"Está bueno para venirse a distraer, está todo lindo, siempre venimos", dijo a Efe Ángela Cedeño, quien todos los años viaja 60 kilómetros desde el departamento (provincia) de Carazo para ver el espectáculo luminoso.
Los centros turísticos de esta zona de Managua reciben más de 225.000 visitantes en un fin de semana normal, pero en diciembre las personas ocupan hasta las calles.
"Todas las familias (andan) paseando, admirando los altares", dijo a Efe la comerciante Lorena Flores, quien aprovecha que el Gobierno instala altares luminosos cada fin de año, esta vez 40 réplicas de iglesias en la Avenida de Bolívar a Chávez.
En siete años el antiguo centro de Managua pasó de ser un cúmulo de escombros abandonados del terremoto de 1972, a albergar enormes árboles de Navidad, para luego dar paso a gigantescos "árboles de la vida" de metal pintados de amarillo, y que se observan desde un avión gracias a sus 15.000 bombillos del mismo color.
En 2015 Managua fue adornada con más "árboles de la vida" amarillos en las avenidas principales, pero ahora también los hay azules, blancos, celestes, morados, rojos, rosados y verdes, todos irradiando luces de colores.
Estos también iluminan y adornan el nuevo Paseo de los Estudiantes, en la costa del lago Xolotlán, de cuyas aguas emerge una novedosa fuente de agua y luces.
"Se ven bien aquí, dan ganas de tomarse una foto", dijo a Efe el turista colombiano Juan Mallorquín, después de hacerse un selfie en el Paseo de los Estudiantes.
La Avenida de Bolívar a Chávez se extiende desde ahí hacia el sur, y está más iluminada que nunca con las réplicas resplandecientes de las 40 catedrales e iglesias más conocidas de Nicaragua, desde las coloniales, como las de Granada y León, hasta las más modernas, como la de Managua.
Los montajes lumínicos que adornan estos altares en forma de iglesias son tan variados como creativos, simulan desde una cascada hasta un volcán activo.
Y a partir de este 16 de diciembre la recreación del nacimiento de Jesús hará más luminosa la avenida.
"Va a quedar espectacular", dijo a Efe el nicaragüense Rodney Franklin, mientras le mostraba el antiguo centro de Managua a su amigo hondureño Lorenzo Cruz.
"Estoy encantado con el ambiente, miro niños, bastantes familias completas aquí caminando, eso es un beneficio, un bienestar para todos, nosotros en Honduras no hacemos estos festejos", resaltó.
Y faltan dos árboles de Navidad de 60 metros de altura que están siendo instalados en las Plaza de la Fe Juan Pablo II y la Plaza de la Revolución, al norte de Managua, que además serán adornadas con disposiciones luminosas gigantes con formas de pelotas, regalos y juguetes, que se convierten en uno de los mayores atractivos locales.
En el Parque Central de Managua, junto a la Plaza de la Revolución, todos los árboles fueron cubiertos de luces, dando la sensación de ser un bosque sacado de un cuento de hadas.
"Es una belleza todo, va a quedar bien lindo", dijo a Efe la vecina de Managua Alejandra Del Carmen.
Managua ha superado una vez más el espectáculo lumínico ofrecido un año antes, al pasar por el antiguo centro de la ciudad es notorio que nadie se lo quiere perder.
EFE
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