Las manifestaciones se dan contra una nueva ley que aumenta las contribuciones de los empleadores y los empleados, mientras que reduce el monto total de las pensiones.
Al menos dos jóvenes murieron este viernes por disparos en medio de las protestas contra las reformas a la seguridad social aprobadas por el Gobierno de Nicaragua, lo que elevó a cinco las víctimas mortales en tres días de violencia que además han dejado cerca de 100 heridos.
Este viernes un estudiante menor de edad falleció luego de recibir un balazo durante un brote de violencia en el centro de Managua, confirmó a la agenica EFE la Cruz Roja Nicaragüense. El adolescente pasaba por el lugar y no estaba relacionado con la escena según sus familiares.
En la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), al este de Managua, fue reportada la segunda víctima de este viernes, un estudiante que según testigos recibió un disparo en el corazón.
Reportes de disparos con plomo por parte de las fuerzas de choque del Gobierno, conocidas como "turbas", en contra de los manifestantes han llegado desde la Upoli, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Catedral de Managua y la ciudad de Masaya.
La Cruz Roja Nicaragüense atendió este viernes a 27 personas heridas, de las cuales 17 necesitaron traslado a centros hospitalarios debido a su estado de la gravedad.
Zonas de violencia
Los brotes de violencia se mantenían a final de la tarde en varias ciudades de Nicaragua en medio de la inconformidad con el Gobierno Central, que tuvo como detonante las reformas a la seguridad social que aumentan la cuota patronal y laboral, y establecen la cotización perpetua.
Las manifestaciones pacíficas contra el Gobierno, que incluyeron hacer bulla con cazuelas al atardecer, se desarrollaban en toda Nicaragua, pero los brotes más violentos se registraban en las ciudades de León, Managua y Masaya. Las protestas se dan contra una nueva ley que aumenta las contribuciones de los empleadores y los empleados, mientras que reduce el monto total de las pensiones en un cinco por ciento.
Tanto manifestantes como organizaciones de la sociedad civil y empresarios han solicitado al Gobierno, a las "turbas" y a la Policía Nacional, que dejen de un lado la violencia y den lugar a la libre expresión de la ciudadanía.
Por su parte, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo este viernes que "movimientos artificiales" son los responsables de la escalada de violencia.
"Estos movimientos artificiales, propios de un pensamiento desconectado, desconsiderado y destructivo no van a desmovilizar la voluntad y el compromiso cristiano, socialista y solidario de este Gobierno", dijo la también primera dama de Nicaragua cuyo presidente, Daniel Ortega, no ha comparecido públicamente. (Con información de EFE y AFP).
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