Mohamed bin Salman (31 años) es actualmente ministro de Defensa. Se cree que es el impulsor de la guerra en Yemen y el aislamiento a Qatar.
El rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz (81), ordenó este miércoles la destitución de su primer heredero al trono, su sobrino Mohamed bin Nayef (57), y el nombramiento, en su lugar, de su hijo y hasta la fecha segundo en la sucesión, Mohamed bin Salman (31).
El joven príncipe acaparó rápidamente varios de los cargos más importantes en el Gobierno desde la llegada al trono de su padre, en enero de 2015, lo que alimentó el rumor en las calles de Riad de que acabaría por desplazar a su tío como heredero.
Perfil. Además de ocupar el primer puesto en la línea sucesoria, ha sido nombrado vicepresidente del Consejo de Ministros, cargo que tenía el degradado Bin Nayef, y seguirá siendo el responsable de la cartera de Defensa.
En opinión de muchos analistas, el príncipe es el responsable del reciente giro de la política exterior saudita, que ha llevado a Riad a erigirse como líder de los países suníes (una rama del Islam). Esto ha significado la guerra del Yemen, así como a un aumento de las tiranteces con Irán y a la actual crisis diplomática con Qatar.
Nueva generación. Su importancia en la Corona quedó patente cuando fue el encargado de viajar a Washington, el pasado marzo, para el primer contacto saudita con el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump. En la visita en la que se negoció un acuerdo sin precedentes, de 110 mil millones de dólares, para la compra de material bélico, rubricado en mayo.
En cuestiones sociales, el joven príncipe está alineado a la postura oficial ultraconservadora que, por tradición social, niega derechos a las mujeres, las obliga a estar tuteladas por un varón e incluso las impide compartir los espacios públicos con los hombres. Pero en algunos círculos se espera que cuando sea rey, como representante de la nueva generación, inicie cierto aperturismo social. (EFE)
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