Al menos 81 personas murieron este domingo por disparos israelíes mientras esperaban a los camiones de ayuda de la ONU en el norte de Gaza, informó el Ministerio de Salud del territorio.
El gazatí Hasán Uda, de 50 años y padre de ocho hijos, es uno de los más de cien palestinos que quedó herido en la pierna y en la cabeza este domingo mientras aguardaba la llegada de camiones con harina en la norteña urbe de Beit Lahia cuando el Ejército israelí abrió fuego, matando a al menos 80 personas, confirmaron a EFE fuentes médicas.
"Estoy agotado. ¿Qué quieren? Es muy duro, no sé si nos están combatiendo a nosotros o a la resistencia (en referencia a las milicias palestinas)", explica a EFE desde el hospital Al Shifa en Ciudad de Gaza, uno de los pocos que sigue funcionando en esta zona del enclave con escasos recursos.
"Somos civiles desarmados y no tenemos nada que ver con estos asuntos", aseveró Uda.
En el Al Shifa también se encuentra Mohamed al Yabda tirado en el suelo con la pierna ensangrentada. Apenas tiene fuerza para hablar, pero quiere denunciar lo que le ocurrió esta mañana mientras espera poder recoger algo de harina para sus hijos.
"Los israelíes nos dispararon hasta que lograron tiraros en el suelo. No hay comida, no tengo nada para comer y por eso me vi obligado hoy a ir a buscar harina. Mis hijos llevan al menos tres días sin comer nada. Se duermen con hambre", indica a EFE.

Las gente llega con disparos o con desnutrición
El incidente ocurrió la mañana de este domingo cuando miles de palestinos hambrientos y desesperados acudieron al 'checkpoint' de Zikim en Beit Lahia tras enterarse de que camiones con harina iban a llegar.
"Hoy han llegado también muchos niños pequeños con heridas de balas en la cabeza, abdomen y el pecho. También llegó otro paciente con un disparo en la espalda que le ha causado una parálisis total en las piernas", explica Noor Sharf a EFE, médica de urgencias del Shifa.
Esta americana de origen egipcio, que entró en Gaza a través de una ONG, quiere subrayar un aspecto: "Lo que estoy notando es que, en los días que sí hay distribución, las víctimas en masa llegan por disparos; en los días que no hay distribución la gente llega con desnutrición grave, hipoglucemia o lesiones por explosivos, algunos por bombas y otros por drones".

En el norte de la Franja no hay ningún complejo de reparto de comida de la polémica Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) respaldada por Estados Unidos que, desde finales de mayo, ha pasado a encargarse de esta tarea por orden de Israel.
Sin estos puntos de reparto y con los productos de los mercados a precios desorbitados, los residentes del norte sobreviven a base de la ayuda que les dan los pocos camiones (algunos de ellos de la ONU) que Israel autoriza para que lleguen cerca de esta zona del enclave.
Este domingo el Ministerio de Sanidad palestino denunció que cerca de 90 palestinos, la mayoría niños, han muerto por desnutrición desde el inicio de la ofensiva israelí, que empezó hace ya más de un año y medio.