El objetivo es transformar el cese de las hostilidades en Siria en un alto el fuego permanente. La mayoría coincide en que "no hay futuro con Al Assad".
La cumbre internacional celebrada este martes en Viena sobre el conflicto en Siria ha servido para reunir el apoyo de todos los miembros del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GISS) para transformar el actual pacto de cese de hostilidades en un alto el fuego completo, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
El jefe de la diplomacia estadounidense reconoció que los avances logrados en los últimos meses son débiles y están amenazados. "Ninguno de nosotros puede estar remotamente satisfecho con la situación en Siria, es muy perturbadora", dijo.
Compromiso de todos las partes: "Nos hemos comprometido para transformar el cese de las hostilidades en un alto el fuego amplio", explicó Kerry en rueda de prensa juntos a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
Todos quieren una Siria unida: Kerry añadió que "todas las partes, Rusia, Irán, que han apoyado al presidente de Siria, Bachar al Asad, y países claves en la región que se han opuesto a él están de acuerdo en un marco básico, una Siria unida y no sectaria capaz de elegir su futuro a través de un Gobierno de transición". El secretario de Estado advirtió al término de la reunión que las partes que no respeten el cese de las hostilidades quedarán fuera del acuerdo del alto el fuego.
Ayuda humanitaria a Siria: Asimismo, destacó la necesidad de comenzar o retomar el envío de ayuda humanitaria, para lo que abrió la posibilidad de envíos por vía aérea a las zonas de más difícil acceso, algo que se haría en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU. Por su parte, el responsable de la ONU señaló que esos envíos se harían por medios de operaciones conjuntas entre Estados Unidos y Rusia.
EFE
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