El primer ministro israelí se mostró esperanzado de que un cambio en las relaciones con la Unión Europea sea posible.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que las relaciones entre Israel y la Unión Europea necesitan un "reajuste", aunque se mostró esperanzado de que un cambio sea posible.
"Hay que reajustar las relaciones con la Unión Europea. Espero que podamos encontrar la manera de resolver esto", contestó el mandatario israelí al ser preguntado por el estado de las relaciones entre ambas partes, durante el encuentro anual con la prensa extranjera celebrado hoy en Jerusalén.
El primer ministro se refería a algunos de los roces recientes del país con la UE, que alcanzaron su máxima expresión con la directiva aprobada en 2015 por el Parlamento Europeo para etiquetar los productos procedentes de territorios ocupados por Israel en 1967 (Cisjordania y los Altos del Golán) como tales y no como israelíes, lo que ha causado un gran malestar entre el liderazgo del país.
"Es absurdo. Etiquetar los productos judíos (...) No pasa en ningún otro sitio del mundo. Es inaceptable", insistió Netanyahu y añadió que, aunque Israel goza de la amistad de muchos países en Europa, con este tipo de decisiones "se va en la decisión errónea".
Además, lamentó los repetidos enfrentamientos que se producen en torno a la ayuda humanitaria europea desplegada en la conocida como Área C (en Cisjordania, bajo control administrativo y militar de Israel), como tiendas de campaña o sanitarios portátiles para comunidades beduinas, que choca con la oposición de las autoridades israelíes, que en numerosos casos la han destruido o confiscado.
"Hay construcción ilegal europea en Cisjordania", y esto también crea problemas en el país, dijo.
Netanyahu también abordó otros temas de actualidad, como la controvertida "Ley de transparencia para ONG", que les exige señalar el origen de sus fondos si están subvencionadas en más de un 50 por ciento por gobiernos extranjeros.
"Creo que esta propuesta no es 'antidemocrática', sino de sentido común", defendió ante las críticas que la denominan así porque no pide la identificación de los fondos cuando se trata de donaciones privadas, principal fuente de financiación de agrupaciones extremistas y procolonización.
El primer ministro destacó el desarrollo tecnológico que vive Israel y la competitividad de su industria, que le abre las puertas a países de África, Asia, América Latina y también del mundo árabe, y subrayó que su alianza con EEUU "se mantiene muy, muy fuerte".
Durante su intervención, Netanyahu sólo dedicó una breve mención al conflicto con los palestinos, reafirmando su interés en alcanzar un acuerdo de paz.
Pero este acuerdo debe ser resultado de "sentarse y negociar una paz consensuada", y en ningún caso puede llegar como "una imposición de la comunidad internacional", dijo.
EFE
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