El informe psicológico sobre el narcotraficante revela que padece pérdidas de memoria y trastorno de ansiedad.
Las evaluaciones psicológicas a las que ha sometido “El Chapo” Guzmán en Ciudad de Juárez revelaron la dura infancia que vivió. El País publicó extractos del informe sobre la salud mental de uno de los presos más conocidos del mundo.
El informe psicológico fechado el 11 de octubre tiene los recuerdos más felices de la cabeza de cártel de Sinaloa, su infancia en La Tuna, una pequeña población rural, junto a su abuela. “Me mandaba a por una vaca y si no la traía, con una baqueta para las vacas me daba; me decía hínquese ahí y había que hincarse, si no me iba peor”.
Mal momento. El narcotraficante actualmente sufre de cefaleas, náuseas, estrés e insomnio. Está próximo a ser extraditado a los Estados Unidos, de donde difícilmente podrá escapar (en México se fue de la cárcel dos veces). “Me siento mal del cerebro, se me están olvidando las cosas, no me acuerdo de la toalla para ir al baño”, contó a su psicólogo.
Joaquín Guzmán Loera es conocido mundialmente como “El Chapo”. Fue la cabeza del Cártel de Sinaloa, considerado por la inteligencia estadounidense como la organización más poderosa del narcotráfico. Su fortuna se calcula en US$ 21 mil millones. Fue capturado el 8 de enero de 2016.
Comparte esta noticia