Explosión dejó decenas de muertos y heridos, muchos de ellos familias enteras que fueron a retirar gasolina luego que un ducto fuera perforado.
Unas 66 personas murieron luego de la gran explosión ocurrida en la comunidad de Tlahuelilpan, a unos 120 kilómetros de la capital, luego de que un ducto fuera perforado por traficantes de combustible y cientos de personas, incluidas familias enteras, se lanzaron para llevarse gasolina en distintos contenedores.
Elementos del Ejército y fuerzas policiales locales se acercaron al sitio donde el ducto fue perforado pero no consiguieron contener a los civiles que corrían con sus contenedores para llevarse el combustible.
Imágenes captadas justo después del estallido muestran a numerosas personas gritando y corriendo mientras sus cuerpos ardían en llamas.
El sitio de la explosión amaneció custodiado por militares mientras en el ambiente aún se percibía un fuerte olor a combustible, constató un equipo de la Agence France Press.
Los cuerpos carbonizados permanecen en el lugar en la posición en la que fallecieron --algunos con los brazos o una pierna levantada--, mientras especialistas trabajan en la zona en su identificación. (AFP)
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