Canadá se convirtió el miércoles en el segundo país del mundo, después de Uruguay, en legalizar la marihuana recreativa.
Tras casi un siglo de prohibición, Canadá se convirtió el miércoles en el segundo país del mundo, después de Uruguay, en legalizar la marihuana recreativa, una reforma histórica celebrada durante todo el día por largas filas de clientes ansiosos pero recibida con cautela por los mercados.
Aunque en la provincia de Quebec, las 12 tiendas de la estatal Sociedad de Cannabis Quebequense, la SQDC, abrieron a las 10H00 locales (14H00 GMT), los primeros clientes acamparon a sus puertas desde la noche anterior.
La SQDC había anticipado 4.000 pedidos por día: pero el miércoles a última hora de la tarde, informó que ya había recibido 18.000.
En Montreal, frente a una sucursal de la SQDC en una de las principales avenidas de la ciudad, Mathieu, esperó desde las tres de la mañana. "Es histórico, quería estar aquí", dijo tras esperar junto a decenas de personas sobre la acera.
"Hace tiempo que debió ser legalizada. Fumo desde que tengo 15 años, tengo 33 (...) Tengo 300 dólares en el bolsillo", agregó Mathieu.
Sebastian Bouzats, francés de Burdeos, quiso "vivir la experiencia y probar los sabores", reconociendo que "todos" tienen "hierba" en casa. "Los franceses vendrán todos a fumar aquí", predijo.
Sin embargo, las compañías de cannabis reaccionaron débilmente a la entrada en vigor de la legalización. Todas las empresas canadienses que cotizan en la Bolsa de Nueva York sintieron el impacto: Tilray (-6.40%), Canopy Growth (-4.38%) y Cronos (-7.55%) cayeron en un mercado debilitado.
"Ha sido mi sueño"
Los primeros clientes en Canadá habían comprado sus primeros gramos de cannabis "legal" desde la medianoche (02H30 GMT del miércoles) en Saint-Jean-de-Terre-Neuve (este).
Desafiando el frío, Ian Power había llegado cuatro horas antes para "hacer historia". "Ha sido mi sueño ser la primera personas en comprar el primer gramo legal de cannabis en Canadá, y acá estoy finalmente", declaró a periodistas.
Tres años después de su elección, el gobierno liberal de Justin Trudeau materializó una de sus promesas de campaña y Canadá se convirtió en el primer país del G20 en legalizar la marihuana recreativa. Uruguay ya lo había hecho en 2013.
La entrada en vigor de esta medida será escrutada tanto por los canadienses, que acudirán a las urnas dentro de un año para unas legislativas inciertas, como por los países aliados de Ottawa.
Advertencia de EE.UU.
En tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) advirtió que no admitirá el ingreso de canadienses que lleguen con intención de "ayudar a la proliferación del negocio de la marihuana" en la nación vecina y que la droga sigue siendo ilegal según la ley federal, a pesar del uso autorizado en algunos estados y localidades.
"Si ... un canadiense está viniendo a Estados Unidos y no tiene nada que ver con la industria de la marihuana o la proliferación de esa industria, esa persona generalmente será considerada admisible", aclaró el jerarca del CBP Christopher Perry en rueda de prensa en Detroit, Michigan (en la frontera canadiense).
El gobierno canadiense permitió a cada provincia organizar el comercio de la hierba, por lo que hay distintos modelos en todo el país para un mercado valorado en unos 4,600 millones de dólares por año.
En los últimos días, la oposición conservadora multiplicó sus ataques contra esta medida, que considera precipitada y con riesgos para la seguridad y la salud pública.
"Cuando la gente comience a ver las consecuencias (de la legalización) culparán por los fracasos de Trudeau", comentó el líder opositor conservador Andrew Scheer.
Pero Trudeau había reiterado el martes que la legalización permitirá restringir el acceso de menores a esta droga y "sacar dinero de los bolsillos de las organizaciones criminales".
"Es un proceso"
En su campaña electoral de 2015, Trudeau reconoció haber fumado algunas veces en el pasado. Pero el martes su oficina dijo a la AFP que "él no prevé comprar o consumir cannabis una vez que esté legalizado".
Según estadísticas oficiales, 16% de la población canadiense había fumado cannabis en 2017, una proporción superior a los fumadores de tabaco.
El 17 de octubre será una fecha histórica para muchos canadienses y decenas de fiestas se realizan en todo el territorio, en particular en Toronto y Montreal.
Miles de millones de dólares fueron invertidos en esta nueva industria en los últimos meses. La líder del mercado, Canopy Growth, aumentó 448% sus ganancias en un año.
Parece inevitable que los 120 productores autorizados actualmente no se vean superados por la demanda inmediata. Pero para Bill Blair, ministro a cargo de la reducción del crimen organizado, se podría eliminar 25% del mercado negro de aquí a fin de 2018 y cerca de la mitad en el curso de un año.
Blair destacó a la AFP que la legalización "es un proceso". "Por casi un siglo los grupos criminales han controlado todo el mercado...No van a desaparecer tranquilamente de la noche a la mañana", recordó, asegurando que han ganado varios miles de millones de dólares cada año.
"Pero el hecho de que algunas personas quieran aferrarse a un modelo de prohibición que ha llevado a las tasas más altas de consumo de cannabis en cualquier país del mundo es un poco chocante para mí", dijo.
Según el Ministerio de Justicia, eliminar el mercado negro tomará al menos cuatro años.
AFP
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