James Harrison, apodado “El hombre con el brazo de oro”, tiene en su sangre un anticuerpo que se usa en ampollas para evitar que los bebés sufran la enfermedad hemolítica del recién nacido. Su donación final fue la número 1,173.
El australiano James Harrison (81) hizo su última donación de sangre esta semana luego de ayudar a salvar a más de 2.4 millones de bebés luego de que la Cruz Roja de Australia le pidió que parara para no poner en peligro su salud por su ya avanzada edad.
Harrison tiene un raro anticuerpo en su sangre que es usado para la elaboración de Anti-D, una medicación que previene la enfermedad hemolítica del recién nacido. Esta causa anemia, daño cerebral, problemas cardiacos y hasta la muerte en los recién nacidos de madres con tipo de sangre negativo.
Más de 3 millones de dosis de Anti-D han sido creadas con la sangre de Harrison y administradas con éxito desde 1967.
La última donación fue la número 1,173 para Harrison, que comenzó su generosa gesta luego de que 13 unidades de sangre le salvaron la vida tras un accidente que sufrió a sus 14 años en 1951. Desde ese momento decidió donar sangre cada vez que pueda y lo hizo desde que cumplió los 18 años, la edad legal para donar sangre en Australia, a pesar de su aversión a las agujas.
“El hombre con el brazo de oro”
El plasma de la sangre donada por Harrison permitió crear Anti-D. “Cada ampolla de Anti-D hecha en Australia tiene a James en ella. (…) Él salvó millones de vidas. Lloro de solo pensarlo”, dijo Robin Barow, el coordinador de donación de sangre que lo encontró hace décadas, al Syndey Morning Hearld.
“Probablemente mi único talento es ser un donador de sangre”, dijo Harrison a CNN en 2015 cuando la cadena lo buscó para celebrar su donación 1,101.
El octogenario ha recibido el apodo de “El hombre con el brazo de oro”. En 2003 ingresó al libro Guinness de los Récords y tuvo el gusto de salvar la vida de su nieta, quien recibió una dosis de Anti-D cuando nació en 1992.
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