La lista, que fue ratificada por el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, y entrará en vigor el 1 de enero de 2016.
Rusia prohibió este martes importar determinadas frutas y verduras de Turquía en represalia por el derribo hace una semana de un bombardero ruso Su-24 en la frontera con Siria, incidente que ha causado un grave conflicto diplomático entre ambos países.
La lista, que fue ratificada por el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, y entrará en vigor el 1 de enero de 2016, incluye tomates, manzanas, naranjas, mandarinas, melocotones y uvas turcas, productos que ocupan posiciones de liderazgo en el mercado ruso.
Turquía, que tampoco podrá exportar sal, cubre más de un tercio de las importaciones rusas de tomate (300.000 toneladas en los primeros diez meses) y en torno al 20 por ciento en el caso de los cítricos (255.000 toneladas).
Entre las verduras figuran además los pepinos, cebollas, coles de bruselas y brécol, pero no el pimiento, un producto escaso en el invierno ruso.
La lista de sanciones incluye también algunas partes de carne de pollo y pavo congelados.
Aunque el Gobierno ruso ha dicho que otros países, como China, Egipto, Marruecos o Argentina, pueden cubrir las exportaciones turcas, las sanciones han tenido un alcance menor de lo que se esperaba en un primer momento.
El decreto gubernamental también suspende la vigencia de acuerdos comerciales y económicos, pero no menciona proyectos conjuntos de inversión como el tendido del gasoducto Turkish Stream o la construcción de la primera central nuclear turca de Akkuyu.
Lo que sí se sabe es que las compañías turcas que participan en la construcción de estadios y otras infraestructuras relacionadas con el Mundial de Fútbol de Rusia 2018 podrán seguir operando en este país.
Otras medidas están dirigidas al sector turístico, como es el caso de la implantación del régimen de visados para los turcos y la suspensión de los vuelos chárter a partir del próximo 1 de enero.
Acusan a Turquía
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó ayer a Turquía de derribar el Su-24 para garantizar la seguridad de los suministros de petróleo procedente del grupo terrorista Estado Islámico.
"Tenemos todos los motivos para suponer que la decisión de derribar el avión fue dictada por el deseo de garantizar la seguridad de las vías de suministro de petróleo al territorio de Turquía", dijo Putin durante la Cumbre del Clima en París.
En respuesta, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió dimitir si se demuestra la acusación del jefe del Kremlin, que declinó reunirse con él en la capital francesa por negarse a disculparse formalmente por el incidente.
EFE
Comparte esta noticia