El Gobierno ruso reaccionó así a las acusaciones judiciales contra Paul Manafort, exjefe de campaña del ahora presidente Donald Trump, y su exsocio Rick Gates.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que no hay pruebas de la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
"Sin una sola prueba, como saben, nos acusan de injerencia en las elecciones no solo de Estados Unidos, sino también de Estados europeos", señaló Lavrov, en una conferencia de prensa durante la reunión de la Asociación de Empresas Europeas.
El ministro reaccionaba así a las acusaciones judiciales en EE.UU. contra Paul Manafort, ex jefe de campaña del ahora presidente Donald Trump, y su exsocio Rick Gates, dentro de la investigación sobre la supuesta trama rusa.
"La fantasía no tiene límites", continuó Lavrov, al recordar que "recientemente, nos acusaron de que Moscú estaba decidiendo a qué ministro nombrar en Sudáfrica".
Anoche, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, ya tachó de "falsas" las acusaciones contra el ex jefe de campaña de Trump, al hacer notar que en el escrito de imputación el expresidente ucraniano Víktor Yushchenko es confundido con la ex primer ministra Yulia Timoshenko.
Precisamente Manafort tuvo que dimitir en agosto de 2016 tras descubrirse que había recibido 12,7 millones de dólares por asesorar a Yanukóvich.
"Les explicaré por qué son falsas. Me gusta especialmente la parte donde, según los cuerpos de seguridad de EE.UU., el cargo de presidente de Ucrania antes de Yanukóvich lo ocupaba Yulia Timoshenko", dijo Zajárova.
Hasta la llegada al poder de Víktor Yanukóvich, destituido en 2014 tras las revueltas del Maidán, la jefatura del Estado ucraniano la ejercía Víktor Yushchenko (2005-2010), mientras que Timoshenko se desempeñó como primera ministra del país entre 2007 y 2010. (EFE)
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