Más de un año después, la cantante sufre las secuelas del atentado perpetrado durante su concierto en Inglaterra.
La cantante estadounidense Ariana Grande sufre de trastorno por estrés postraumático desde el atentado terrorista ocurrido hace poco más de un año durante uno de sus conciertos en Manchester, declaró la artista a la edición británica de la revista "Vogue".
Grande explica, en una entrevista que se publicará este viernes y de la que se han adelantado algunos extractos, que no puede hablar del acontecimiento sin romper a llorar, puesto que "muchas personas han sufrido graves y tremendas pérdidas".
"Sé que esas familias, mis fans y todo el mundo experimentaron una tremenda pérdida", afirma sobre un drama del que siente que "ni siquiera debería hablar" al compararlo con su propia experiencia.
El síndrome por estrés postraumático es un trastorno mental causado por el trauma de un acontecimiento estresante de naturaleza amenazadora para la persona, que, en muchos casos, se asociaba a los soldados que regresan de contextos de combate.
El ataque terrorista en la ciudad británica se produjo el 22 de mayo de 2017 al término de un concierto de la artista en el estadio Manchester Arena y provocó 22 víctimas mortales, así como decenas de heridos.
Hace dos semanas, con ocasión del primer aniversario, la cantante reveló en redes sociales su nuevo tatuaje detrás de la oreja, una pequeña abeja, símbolo del pasado industrial de la ciudad de Manchester, como tributo a las víctimas. EFE
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