Mario Domm, integrante del dúo de baladas “Camila”, reveló que usó esta droga alucinógena para liberarse del estrés y las crisis de ansiedad.
Existen muchos prejuicios alrededor de las drogas, sobre todo hacia aquellas de las que mucho no se conoce. Es este el caso del ayahuasca, una droga alucinógena en forma de bebida, que se toma, por lo general, como parte de un ritual con un chamán especializado, usualmente en la selva.
Varios estudios realizados muestran que el ayahuasca puede ayudar a personas con traumas no superados, enfermedades como la depresión y otros trastornos como la ansiedad. Quizás por eso el cantante del dúo Camila, Mario Domm, se aventuró a pasar por la experiencia.
Sucede que, tras el debut de la agrupación en el 2007, los integrantes de Camila pasaron por un exceso de trabajo, lo que llevó a Domn a atravesar frecuentes ataques de pánico, que usualmente se presentan cuando hay picos de ansiedad.
"Cuando terminó la segunda gira empecé a tener ataques de pánico. Me fui a Asia, estuve en Japón, en Myanmar, buscando en muchas religiones, y yo no cambié, y me di cuenta que es porque yo traía al demonio pegado a mí. Mi lado b, mis temores, mis egoísmos, que no creo que haya sido naga grave, pero era mucha presión social”, explicó el cantante en entrevista con Daniel Bisogno.
El artista reveló que se sentía vacío, por lo que buscó en la meditación y en las sesiones de ayahuasca un medio para aliviar los males que lo aquejaban. El ayahuasca, según confiesa, tuvo un impacto muy positivo en su vida.
Haber pasado por una experiencia positiva con esta droga alucinógena ha llevado al cantautor a pronunciarse sobre los prejuicios que rodean tanto a la ayahuasca como la marihuana, que ya ha probado tener múltiples beneficios medicinales. “El ayahuasca es un reset, es una planta que te hace segregar un líquido que solo lo segregas cuando naces y cuando mueres, esto te lo hace sacar de la glándula pineal en vida, y entonces entiendes muchísimas cosas”, contó y dio algunos detalles de lo que consistió la sesión.
"Dura cuatro horas, es acostado, en silencio. No es un hongo alucinógeno, no es cocaína, no es heroína, y no es una cosa que vas a querer a hacerlo mañana, porque es una cosa ruda", sostuvo y agregó, además, que el ayahuasca también hizo que cambiara mucho su forma de pensar y, por ende, su forma de componer.
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