El Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda informó que la mitad de las ballenas estaban muertas cuando llegaron los socorristas. El resto fue sacrificado debido a la dificultad para acceder al lugar.
Nueve orcas murieron tras quedar varadas en una playa del extremo sur de Nueva Zelanda, donde la población de estos cetáceos apenas alcanza los 200 ejemplares.
Un barco navega con ellas y las seguirá durante el resto de la noche.El lunes pasado un grupo de 99 ballenas piloto embarrancó en las playas de la bahía de Golden, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
Se trata de la tercera vez que un grupo de ballenas queda varado en lo que va del verano en el país oceánico, en donde las autoridades están preocupadas por el aumento de este tipo de incidentes.
Científicos desconocen los motivos por los que las ballenas acaban sus días en las playas y barajan la posibilidad de que acudan atraídas por los sonares de buques.