Se trata de Ruth Buendía, quien recibirá además US$175,000 en San Francisco junto a otros seis premiados de países diferentes.
Una activista indígena cuyas demandas judiciales ayudaron a truncar los planes de represar ríos peruanos para abastecer de electricidad a Brasil ganó un importante premio ambiental en Estados Unidos.
Se trata de Ruth Buendía, una dirigente de 37 años del pueblo Asháninka –que habita el centro de la Amazonía peruana–, cuyo compromiso para defender los recursos naturales, la han hecho merecedora del Premio Ambiental Goldman.
Además de la distinción, se le otorga US$175,000 en San Francisco junto a otros seis premiados de países diferentes.
Buendía dijo que el proyecto Paquitzapango –una de las cinco represas que producirían en conjunto hasta 7,200 megavatios en un acuerdo entre Brasil y Perú– hubiera inundado tierras tradicionales de su pueblo, desplazando a entre 8,000 y 10,000 personas.
El Gobierno dio el visto bueno al proyecto sin informar a las comunidades Asháninka que se verían afectadas, afirmó Buendía, violando una ley internacional sobre los derechos indígenas que Perú firmó.
La líder indígena llevó el asunto a instancias locales e internacionales hasta que el Gobierno peruano finalmente terminó suspendiendo sus planes de construir Paquitzapango y otras represas.
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