Brecha digital en el país: ¿Cuál es el panorama actual y cómo mejorarlo?

Jorge William Mendoza trabaja, desde hace más de 30 años, como comerciante y proveedor de transporte en su oriundo Pucalá, localidad con menos de 10 mil habitantes ubicada al este de Chiclayo. Este año, tras ver un anuncio de capacitaciones en el municipio, decidió empezar su propio camino formando un emprendimiento. Sin embargo, sabía que, a sus 68 años, necesitaría más que su experiencia para esta nueva ruta.

Comprometido, don Jorge no dudó en iniciar su aprendizaje en habilidades digitales. Se inscribió en el Centro de Acceso Digital (CAD) de su localidad y logró crear un logo para su emprendimiento, enfocado ahora en el mantenimiento de maquinarias azucareras.

Solo 2 de cada 10 personas que viven en las zonas rurales tienen acceso a internet, frente a las 7 de cada 10 personas que viven en Lima Metropolitana. (INEI 2022)

Los CAD son una iniciativa del Programa Nacional de Telecomunicaciones (Pronatel) -adscrito al Ministerio de Transportes y Comunicaciones- que buscan reducir la brecha digital en zonas rurales. Aquí las personas pueden acceder a internet mediante cursos y programas gratuitos, además de tener un acompañamiento de líderes digitales de la misma comunidad, explica la institución.

Brecha de conectividad persistirá hasta el 2027

Si bien, estas iniciativas son positivas, la disparidad en el acceso a herramientas digitales entre zonas urbanas y rurales aún sigue latente. En el caso de las áreas rurales, solo el 9.3% de hogares disponen de al menos una computadora en casa, muy lejos al 53.3% que lo realiza en Lima Metropolitana y al 44% en el resto de áreas urbanas.

Sandro Marcone, director de CulturaDigital.pe, explicó a RPP que estas brecha responden a que estamos muy focalizados en cómo se conecta nuestra capital con el mundo, y no al interior de nuestro país.

“[Pareciera que] no nos [suele] importar tanto cuánto se conecta Cajamarca con Madre de Dios o Lima con Pucallpa, sino que pensamos la conectividad en función de Lima con el mundo. Es como si quisiéramos hacer solo carreteras que nos conecten con los países limítrofes y no hagamos carreteras que nos conecten entre nosotros”, afirma. Además, el manejo poco eficiente de la red dorsal nacional de fibra óptica, explica, también acentúa las brechas de conectividad actuales.

La red dorsal de fibra óptica, de acuerdo con Pronatel, es la pieza fundamental en la política del Estado para el desarrollo y masificación de la banda ancha -y por ende la conectividad-. Esta permite a distintos operadores privados que presten servicios como telefonía móvil o internet, además de facilitar la implementación de servicios de telecomunicaciones de alta velocidad a todas las instituciones públicas del país.

Hasta el primer semestre del año, se habían desplegado aproximadamente 13,500 kilómetros de fibra óptica en 180 de las 195 capitales de provincias; sin embargo, su capacidad fue aprovechada en menos de un 5%, así lo reveló el exdirector ejecutivo de Pronatel, Daniel Lizárraga López.

De esta forma, recién para el año 2027, Pronatel tendría previsto cerrar las brechas de conectividad en el país. La pandemia, aseguró Lizárraga, retrasó los avances en la integración de la red dorsal hasta en dos años, pero se tiene como meta acabar el 2022 con un despliegue de entre el 35% al 37% de su capacidad.

Primeros pasos para reducir la brecha digital

Por su parte, Marcone explica que la conectividad es solamente el primer paso para reducir esta brecha digital. Además de la infraestructura que habilita el acceso a internet y el equipamiento que hace posible su uso -condiciones donde las zonas rurales registran un profundo atraso-, la velocidad y la latencia también son indicadores con cifras negativas en estas zonas.

Mientras que Ica y Lima tienen el mejor desempeño en velocidad de transmisión con 66 a 67 milisegundos por solicitud de búsqueda, departamentos como Amazonas, San Martín y Loreto tardan entre 85 a 99 milisegundos, muy por encima del promedio (72.75 milisegundos), según cifras de Osiptel durante setiembre de 2022.

Además, si bien, la entidad señaló que -a nivel nacional- las conexiones a internet fijo aumentaron en 7.69% en el segundo trimestre del 2022 (en 17 departamentos), esta velocidad cayó con fuerza en Loreto, Pasco, Puno y Amazonas. Así, las estadísticas revelan que aún en las zonas donde hay acceso a internet, la calidad del servicio no es la misma para todas.

La velocidad de internet cayó en un 24% en Loreto, según cifras de Osiptel al segundo trimestre del 2022.

Sin estas condiciones mínimas habilitadoras, que son el primer paso para cerrar las brechas digitales, explica Marcone, no es posible avanzar hacia un verdadero cambio para llegar a ser un país totalmente conectado.

Con una red dorsal de fibra óptica que todavía va a tardar cinco años en brindar un acceso universal a internet, y que es la base para el desarrollo de competencias digitales, los especialistas nos brindan las siguientes recomendaciones con las que podemos ir avanzando para acortar las brechas de conectividad del país que queremos: 

• Priorizar la equidad en las políticas públicas sobre el acceso a internet. Desarrollar un esfuerzo especial para llevar los servicios del Estado no en función a la densidad poblacional, sino en función a la necesidad.
• Implementar programas en plazas y parques de las comunidades más alejadas para estudiantes, docentes y padres sobre herramientas y competencias digitales, además de alfabetización digital.
• Gestionar eventos desde el Estado, con apoyo del sector privado, donde los dueños de pymes puedan encontrar su propia ruta digital y generar alianzas con aquellas otras pequeñas empresas que compartan su perfil y competencias digitales.