Se estima que en el año 2008 se ha perdido 110 millonres de dólares por la industria de la piratería.
Cien millones de CDs y DVDs en blanco ingresan cada año ilegalmente al país para alimentar la potente industria pirata local y así evadir el intento estatal por reducir este delito.
Desde 2005 la Policía y el Poder Judicial idearon una fórmula para luchar contra el negocio pirata de software, música y películas: dejarlo sin los discos vírgenes necesarios para la copia, para lo que se levantaron nuevas barreras tributarias y se estableció un seguimiento de los productos que ingresaban.
Esta estrategia propició que en 2008 ingresaran legalmente a Perú 16 millones de discos ópticos en blanco, menos del 15% de lo que se importó en 2005.
Sin embargo, los importadores peruanos encontraron un nuevo modo de evadir la justicia: adquirir los discos en Chile, en el puerto de Iquique, y trasladarlos por vía terrestre a territorio peruano, siguiendo una ruta que, según el diario local, pasa por Bolivia para hacer el ingreso a través de la frontera junto al lago Titicaca.
De este modo, y según el informe de la International Intellectual Property Alliance (IIPA), en el último año ingresaron en Perú cien millones de unidades de discos ópticos en blanco a través de dicha ruta.
Según fuentes de la Policía Fiscal, los responsables de este tráfico de CDs y DVDs serían dos empresarios peruanos que convirtieron su empresa legal de importación de este mismo material en una mafia de contrabando.
Tras huir del país luego de un operativo de la Primera Fiscalía Penal de Lima en 2005, en el que se les señaló como presuntos suministradores de la industria de piratería local, Miguel Hidalgo y Sadith Salcedo se establecieron en Iquique, desde donde supuestamente levantaron su negocio de contrabando.
La industria de la piratería de discos compactos en Perú generó en 2008, según IPAA, unas perdidas de 110 millones de dólares, en un país en el que el pasado año se vendieron 200 mil discos musicales, mientras que se estima que los piratas distribuyeron 9,8 millones de copias.
En Lima existen conocidos centros comerciales, con nombres como "El Hueco" o "Polvos Azules", donde es posible encontrar casi cualquier disco de música o película que se desee.
Polvos Azules, por ejemplo, se ha convertido en un sitio de referencia para los cinéfilos de Lima, ya que gracias a sus tiendas, que están especializadas en diferentes tipos de cine, pueden disfrutar de muchas películas independientes o clásicas que no llegan a las pantallas del país andino.
La fama de sus locales ha llegado hasta tal punto que es parada obligatoria de directores de cine de todo el mundo que acuden a Lima para festivales y premios, y que encuentran en Polvos Azules copias de películas descatalogadas o directamente no editadas.
Los propios tenderos muestran con orgullo las firmas que estos reconocidos visitantes dejan en el catálogo de su tienda, y entre los que se encuentran desde el mexicano y ganador del Festival de Cannes Carlos Reygadas, al español Benito Zambrano, ganador de dos premios Goya.
-EFE
Desde 2005 la Policía y el Poder Judicial idearon una fórmula para luchar contra el negocio pirata de software, música y películas: dejarlo sin los discos vírgenes necesarios para la copia, para lo que se levantaron nuevas barreras tributarias y se estableció un seguimiento de los productos que ingresaban.
Esta estrategia propició que en 2008 ingresaran legalmente a Perú 16 millones de discos ópticos en blanco, menos del 15% de lo que se importó en 2005.
Sin embargo, los importadores peruanos encontraron un nuevo modo de evadir la justicia: adquirir los discos en Chile, en el puerto de Iquique, y trasladarlos por vía terrestre a territorio peruano, siguiendo una ruta que, según el diario local, pasa por Bolivia para hacer el ingreso a través de la frontera junto al lago Titicaca.
De este modo, y según el informe de la International Intellectual Property Alliance (IIPA), en el último año ingresaron en Perú cien millones de unidades de discos ópticos en blanco a través de dicha ruta.
Según fuentes de la Policía Fiscal, los responsables de este tráfico de CDs y DVDs serían dos empresarios peruanos que convirtieron su empresa legal de importación de este mismo material en una mafia de contrabando.
Tras huir del país luego de un operativo de la Primera Fiscalía Penal de Lima en 2005, en el que se les señaló como presuntos suministradores de la industria de piratería local, Miguel Hidalgo y Sadith Salcedo se establecieron en Iquique, desde donde supuestamente levantaron su negocio de contrabando.
La industria de la piratería de discos compactos en Perú generó en 2008, según IPAA, unas perdidas de 110 millones de dólares, en un país en el que el pasado año se vendieron 200 mil discos musicales, mientras que se estima que los piratas distribuyeron 9,8 millones de copias.
En Lima existen conocidos centros comerciales, con nombres como "El Hueco" o "Polvos Azules", donde es posible encontrar casi cualquier disco de música o película que se desee.
Polvos Azules, por ejemplo, se ha convertido en un sitio de referencia para los cinéfilos de Lima, ya que gracias a sus tiendas, que están especializadas en diferentes tipos de cine, pueden disfrutar de muchas películas independientes o clásicas que no llegan a las pantallas del país andino.
La fama de sus locales ha llegado hasta tal punto que es parada obligatoria de directores de cine de todo el mundo que acuden a Lima para festivales y premios, y que encuentran en Polvos Azules copias de películas descatalogadas o directamente no editadas.
Los propios tenderos muestran con orgullo las firmas que estos reconocidos visitantes dejan en el catálogo de su tienda, y entre los que se encuentran desde el mexicano y ganador del Festival de Cannes Carlos Reygadas, al español Benito Zambrano, ganador de dos premios Goya.
-EFE
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