Según informe periodístico, los campesinos temen enfrentarse a los delincuentes debido a que éstos los superan en armamento.
Una banda de cazadores furtivos ha aniquilado en Perú a unas 300 vicuñas, animales que estuvieron a punto de desaparecer a mediados de la década de los noventa y que están protegidos en este país, en acciones realizadas en las últimas dos semanas en la provincia de Lucanas, informó hoy la prensa peruana.
Los restos de los camélidos fueron encontrados por los lugareños de Lucanas, en la región sureña de Ayacucho, y ahora los campesinos temen enfrentarse a los delincuentes debido a que éstos los superan en armamento, según el diario El Comercio.
Los representantes de la Asociación de Comunidades Campesinas de Vicuñas y Guanacos de Ayacucho, denunciaron al rotativo que los cazadores ilegales aprovechan la escasa presencia policial en la zona y agregaron que el precio de la fibra de ese animal ha aumentado en los últimos años en casi 12 por ciento.
Aproximadamente, por cada dos vicuñas se obtiene una libra de fibra, que tiene un valor en el mercado local de 400 dólares y llega en el mercado internacional a los 2.000 dólares.
Los cazadores furtivos de estos animales los matan para llevarse sus pieles con la lana, mientras que los comuneros realizan el ancestral "chaccu" o esquila, sin necesidad de matarlo, en una ceremonia tradicional.
El guanaco y la vicuña son las dos especies de camélidos suramericanos que viven en forma libre y silvestre, a diferencia de la llama y la alpaca, que son domésticos y criados por comunidades de campesinos para la venta de su carne, en el primer caso, y de su fino pelo, en el segundo.
La población actual de vicuñas en Perú asciende a 140.000, mientras que el número de cabezas de alpaca alcanza los cuatro millones.EFE
Los restos de los camélidos fueron encontrados por los lugareños de Lucanas, en la región sureña de Ayacucho, y ahora los campesinos temen enfrentarse a los delincuentes debido a que éstos los superan en armamento, según el diario El Comercio.
Los representantes de la Asociación de Comunidades Campesinas de Vicuñas y Guanacos de Ayacucho, denunciaron al rotativo que los cazadores ilegales aprovechan la escasa presencia policial en la zona y agregaron que el precio de la fibra de ese animal ha aumentado en los últimos años en casi 12 por ciento.
Aproximadamente, por cada dos vicuñas se obtiene una libra de fibra, que tiene un valor en el mercado local de 400 dólares y llega en el mercado internacional a los 2.000 dólares.
Los cazadores furtivos de estos animales los matan para llevarse sus pieles con la lana, mientras que los comuneros realizan el ancestral "chaccu" o esquila, sin necesidad de matarlo, en una ceremonia tradicional.
El guanaco y la vicuña son las dos especies de camélidos suramericanos que viven en forma libre y silvestre, a diferencia de la llama y la alpaca, que son domésticos y criados por comunidades de campesinos para la venta de su carne, en el primer caso, y de su fino pelo, en el segundo.
La población actual de vicuñas en Perú asciende a 140.000, mientras que el número de cabezas de alpaca alcanza los cuatro millones.EFE
Comparte esta noticia