El jefe del Imarpe, Isaías Gonzales, dijon que los oleajes anómalos no permitieron que el mamífero regrese a las profundidades del mar.
La muerte de la ballena jorobada juvenil que fue varada en la caleta El Dorado se produjo porque los oleajes anómalos no le permitieron regresar a las profundidades del mar, así lo expresó el jefe de la oficina zonal del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) en Chimbote, Isaías Gonzales Chávez.
Refirió que el mamífero de más de 13 metros de largo, se pegó mucho a la costa y perdió su ruta debido a la fuerte corriente, e indicó que también fue afectado por los cambios bruscos de temperatura y la falta de alimento.
Gonzales también expresó que han revisado el cadáver de la ballena y no han encontrado ninguna señal de haber sido herido por los aparejos de pesca que utilizan los hombres de mar artesanales de la zona.
El funcionario advirtió que la aparición de animales marinos que inusualmente no se ven por la costa, podría repetirse por la alteración de la corriente y de las temperaturas del mar, las cuales los desvían de sus zonas normales de migración.
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