El cardenal comentó en RPP Noticias la coyuntura de la vacancia presidencial. Pidió tomar en cuenta qué acciones toman tanto el presidente como la oposición antes de la votación del jueves.
El cardenal Juan Luis Cipriani consideró que sea cual sea la resolución de la actual crisis política, el Perú está muy herido y requiere de un trabajo a fondo para que se cure y salga adelante. El arzobispo de Lima comentó la coyuntura, marcada por el segundo proceso de vacancia presidencial en contra de PPK, durante su programa Diálogo de Fe. Este fue su mensaje:
"Nos encontramos ante una gran interrogante: ¿Qué pasa en el Perú? Es difícil, cualquiera se pone su careta moralizadora. ‘Lo que pasa es que el grupo tal y cual, que esto es mentira, es verdad’. Perdón, algo pasa. No hay un mea culpa, un decir ‘me he equivocado’ (…) Creo que hay valores no negociables, desde el Presidente de la República hasta el último. La verdad no se puede negociar, la honradez no se puede negociar.
No es un problema, como lo quieren plantear, de si van a haber tantos votos a favor o en contra. Porque sea cual sea el resultado, el país está muy herido porque el principio de autoridad está muy frágil. No escucho que haya deseos de cambiar opiniones, de ver en qué me equivoqué, dónde puedo ceder. De todas las partes. La gente en la calle está harta (…) Llega un momento en que uno dice: ¿el Perú y sus autoridades quieren encontrar el bien común, ayudar a la población a unirse, a dialogar? Lo veo muy difícil en este momento.
Todos están en la matemática de si suman o restan. [¿La cosa no mejora si se va o se queda el presidente?] Yo creo que no, fundamentalmente tiene que ver qué acciones antes del 22 quieren poner en práctica el presidente, cediendo y aceptando la culpabilidad en una serie de casos, y qué quiere decir la oposición, cediendo y aceptando sus responsabilidades. Pero si vamos al choque, el país sufre. No estamos hablando simplemente de resultados.
Me parece que se siguen comprando opiniones, odiando y vengándose, se sigue con agendas totalmente ajenas al Perú. Pediría un esfuerzo mayor, valiente, para que realmente podamos ver con más claridad no solo si llega al número 87, 48 o 96, no. El Perú, tal como está, está enfermo y herido. Hay que curarlo y curarlo a fondo”.
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