Hasta 500 capuchas y mascaras se fabrican a diario en la ciudad de Lambayeque. "Se pueden lavar para volver a usar", dijo Julián Arenas, promotor de la iniciativa.
Convertir el problema en oportunidad. La familia Arenas Chapoñán de la ciudad de Lambayeque (región del mismo nombre) ha encontrado una manera productiva de sacarle el jugo a esta emergencia por el nuevo coronavirus.
Aplicando sus conocimientos en la confección, toda la familia (hijos, hermanos y sobrinos) elaboran capuchas y mascarillas de tela que son vendidas al por mayor a diferentes empresas de Chiclayo.
La elaboración de estos productos se inició hace apenas una semana, cuando se dieron cuenta de que las mascarillas se han agotado por completo en todas las boticas y farmacias.
La familia fue un poco más allá y diseñó una capucha “tipo ninja” que protege de manera más completa del contagio del Covid-19.
Julián Arenas Sánchez, promotor de esta iniciativa, contó a RPP que en años anteriores, para estas fechas repartían uniformes escolares y deportivos al por mayor, pero debido a la suspensión de clases, se quedaron con la mercadería estancada.
“Las capuchas y mascarillas de tela son de polipima y se pueden lavar para volver a usar, en comparación a las desechables que duran poco. Además, las vendemos a dos soles las mascarillas y siete soles las capuchas. Los elásticos están un poco caros, pero estamos entregando hasta ahora más de 2 mil a panaderías y molinos”, contó.
Mónica Chapoñán Peche, esposa de Julián, contó que por la coyuntura del coronavirus el taller de confección se ha convertido en un lugar muy visitado por los pobladores, que llegan a comprar sus mascarillas para proteger a toda su familia.
“Estamos trabajando mucho. En las farmacias venden bien caras las mascarillas. Hay que aprovechar este momento, porque de allí, el negocio bajará”, agregó.
La empresa familiar ha duplicado sus esfuerzos, porque en los últimos días los pedidos son muchos, por la propagación de la enfermedad en esta región norteña.
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