Precisó que si la cantidad de plomo llegase a superar los 90 miligramos por kilogramo del objeto, los efectos en los niños podrían comenzar a notarse en seis meses.
La concentración de plomo en
algunos útiles escolares puede generar retardo intelectual en las personas que
suelen llevarse a la boca estos objetos, advirtió el representante de
Precisó que si la cantidad
de plomo llegase a superar los 90 miligramos por kilogramo del objeto, los
efectos en los niños que tienen la costumbre de morder objetos con plomo,
podrían comenzar a notarse en seis meses o en un año.
Asimismo, el especialista
manifestó que otros metales como el arsénico, el cadmio, el cromo, el bario, el
antimonio, el mercurio y el selenio también pueden causar efectos perjudiciales
en los niños.
Destacó que en un minucioso
examen realizado por Digesa a mil 517 objetos, mil 231 fueron juguetes y 286
útiles de escritorio. Entre los juguetes se encontraron 20 tipos tóxicos que
están siendo removidos de los mercados. Sin embargo, a los 286 restantes no se
les encontró elementos contaminantes.
A pesar de ello, señaló que
los padres o apoderados deben cuidar que sus hijos no muerdan ni chupen las
plastilinas, témperas y crayolas, porque contienen mayor concentración de
metales.
También mencionó que las
zonas de Lima donde se ha detectado mayor venta de estos objetos tóxicos
(juguetes y útiles de mesa) son los jirones Andahuaylas, Puno y Ayacucho.
Recordó que la sanción
económica para los comerciantes de productos tóxicos puede llegar hasta las 100
Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalente a 355 mil soles.
Digesa recomendó a la
población que sólo adquiera útiles escolares y de escritorio en
establecimientos formales, y que tome mucha atención que en el rotulado del
producto se indique la razón social del fabricante o importador, la dirección,
número de RUC, detalles de su uso, edad objetivo y, sobre todo, el número de
Registro Sanitario.
Comparte esta noticia