Restos estuvieron enterrados cientos de miles de años y recién fueron descubiertos en el siglo XX.
Los restos de un gliptodonte con decenas de placas hexagonales dispuestas a lo largo y ancho de su cuerpo, tatuadas en los últimos momentos del pleistoceno, serás exhibidos en uno de los ambientes del primer piso de la Casa Garcilaso de la Dirección Regional de Cultura del Cusco.
Se informó que estos restos estuvieron enterrados cientos de miles de años y recién se descubrieron en el siglo XX.
Estos animales pueden haber vivido en el Cusco desde hace unos 300 millones de años en el lago conocido como Morkill.
También están prestos a exhibirse restos de mastodontes y macrauchenias. Además, fósiles marinos de pelecípodos y cefalópodos.
Ana María Gálvez, directora de Museo Histórico Regional, está preocupada por darle un marco escénico a este gliptodonte. Por eso la fantástica criatura está rodeada por otros fósiles y pinturas de la era pleistocénica.
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