El corazón artificial portátil, denominado HeartMate III, funciona con una batería externa que la paciente puede llevar en una mochila, lo que le brinda mayor libertad de movimiento.
El Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) del Seguro Social de Salud (EsSalud) ha logrado un avance significativo en la medicina cardiovascular en Perú al realizar, por primera vez en el país, la implantación de un dispositivo de asistencia ventricular izquierda en una paciente con insuficiencia cardíaca severa que no es candidata a trasplante cardíaco.
"El equipo multidisciplinario del INCOR ha podido realizar esta proeza médica hace exactamente 2 semanas, obviamente con apoyo y con tutoría de los especializados. Realmente para el país es el primero con esta tecnología", dijo el doctor Luis Buleje, director del INCOR, en el programa Ampliación de Noticias.
Buleje Terrazas, en diálogo con RPP, mencionó que el corazón artificial portátil, denominado HeartMate III, mide aproximadamente 15 centímetros y está hecho de titanio. Este dispositivo asume la función de bombeo del ventrículo izquierdo, la principal cámara de bombeo del corazón. Desvía la sangre del ventrículo izquierdo debilitado y la impulsa hacia la arteria principal del cuerpo, la aorta, permitiendo que la sangre circule adecuadamente.
El especialista explicó, además, que el implante del dispositivo se llevó a cabo a través de una cirugía a corazón abierto, realizada por un equipo multidisciplinario de especialistas altamente capacitados. Señaló que la operación tuvo una duración de entre 8 y 10 horas, debido a que se trató de la primera intervención de este tipo en Perú, lo que requirió llevar a cabo cada uno de los procedimientos con la máxima seguridad.
De acuerdo con las estadísticas, los pacientes que reciben un trasplante con un corazón artificial portátil tienen un 77 % de probabilidad de sobrevida a 5 años. Sin embargo, también existen casos de pacientes que logran superar los 10 años de sobrevida, aunque es en menor proporción.
El HeartMate III opera con una batería externa liviana que la paciente puede transportar en una mochila, lo que le brindará mayor libertad de movimiento. Esta característica le permitirá retomar sus actividades cotidianas y regresar a su hogar para compartir momentos con su familia, mejorando así su calidad de vida tras la intervención.
Aunque esta ha sido la primera implantación de un corazón artificial portátil en el país, el Dr. Buleje espera que marque el comienzo de futuras intervenciones para pacientes que padezcan esta condición. Destacó que, para lograrlo, los especialistas del INCOR continuarán su proceso de capacitación, con el fin de perfeccionar sus técnicas y realizar las operaciones de manera más rápida y eficiente en el futuro.
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