Un estudio reciente demuestra que el dormir y descansar lo suficiente después de un ataque cardíaco ayuda en la curación a largo plazo del corazón. El doctor Elmer Huerta habló de este hallazgo en Espacio Vital de RPP.
Se sabe desde hace muchos años que el dormir bien es fundamental para contar con una buena salud física, mental y cognitiva. De acuerdo con diversas investigaciones, el dormir 7 u 8 horas diarias no solo promueve la preservación de la memoria y el aprendizaje, sino también ayuda al sistema inmunológico.
Ahora, un nuevo estudio demuestra que después de un ataque cardíaco, el organismo induce al cerebro a un sueño profundo para que el proceso de curación del corazón sea más rápido. El hallazgo ha sido publicado en Nature e involucró análisis tanto a ratones como a humanos.
Para este estudio, los científicos indujeron ataques cardíacos en un grupo de ratones y analizaron sus ondas cerebrales. Lo que se encontró fue que estos roedores pasaban mucho más tiempo en el sueño de ondas lentas, una etapa del sueño profundo que está asociada con la curación, que los ratones que no habían tenido un ataque cardíaco.
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Tras un ataque cardíaco, el cerebro recibe órdenes de dormir más para acelerar el proceso de recuperación
Al tratar de entender qué estaba causando ese efecto, los autores descubrieron que el cerebro de los ratones que sufrieron un ataque cardíaco se había inundado de unas células especiales llamadas monocitos, que son células del sistema inmunológico que producen sustancias TNF (factor de necrosis tumoral) que provocan el sueño y el reposo.
Para confirmar que los monocitos estaban relacionados con el aumento del sueño, los investigadores evitaron que estas células se acumulen en el cerebro de un grupo de roedores. En consecuencia, "esos ratones no durmieron bien y morían más que los ratones que sí durmieron bien", dijo el doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP. Ello espalda la teoría de que la afluencia de monocitos al cerebro contribuye al aumento del sueño posterior al ataque cardíaco.
Los autores también fueron a hacer estudios a los seres humanos y "descubrieron que aquellas personas que tuvieron un infarto cardíaco y después durmieron profundamente, tuvieron menor riesgo de ataques cardíacos y otros problemas cardiovasculares graves durante los dos años siguientes, comparados con los que no durmieron bien", dijo el médico en el segmento Espacio Vital.
En resumen, este nuevo estudio concluye que el dormir bien debe ser parte integral del tratamiento de un paciente que sufrió un ataque cardíaco. "Los pacientes que tienen un infarto cardíaco deben estar prácticamente aislados de sonidos e intervenciones para que los dejen dormir bien. Por último, la ampliación de este estudio demostraría que el sueño es fundamental para la curación de muchas enfermedades", indicó el Dr. Huerta.
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El dormir bien debe ser parte integral del tratamiento de un paciente que sufrió un ataque cardíaco, según estudio
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