El complejo arqueológico Huaca Bandera, abarca 300 hectáreas y está a 9 km al oeste de Pacora y a 51 km al norte de Chiclayo.
La tesis del arqueólogo Carlos Wester La Torre de que habría existido un matriarcado en algún momento del desarrollo histórico de los antiguos pobladores de Lambayeque se refuerza con el hallazgo de indicios de que en Huaca Bandera, a 9 kilómetros al oeste de la ciudad de Pacora, en la provincia de Lambayeque, habría existido otra sacerdotisa.
En la iconografía hallada en el complejo arqueológico Huaca Bandera, se aprecia la presencia del personaje principal acompañado del sacerdote y la sacerdotisa en un ritual en el que se degollaba a un prisionero, y una vasija para almacenar la sangre.
Los arqueólogos según iban excavando, descubrieron que el personaje que acompañaba al señor principal y al sacerdote era una mujer, porque esta tenía trenzas y los pies carecían de tatuajes. La dualidad de sacerdote y sacerdotisa responde a la dualidad del culto a la luna (femenino) y al sol (masculino), una característica de la Cultura Lambayeque.
Los investigadores señalan que la sacerdotisa que aparece en el mural de Huaca Bandera-Pacora, sería la misma cuya tumba fue encontrada en San José de Moro en la provincia liberteña de Chepén, cuyo recinto es contemporáneo con este complejo arqueológico chepenano, y en ambos lugares se desarrollaron sacrificios humanos.
La conclusión preliminar de los arqueólogos es que a finales de la era Mochica e inicios de la era Llampallec, la mujer poco a poco asumía un rol de mayor importancia, respecto a etapas anteriores de nuestra historia precolombina, llegando en algunos lugares a gobernar.
Transición
El complejo arqueológico Huaca Bandera, ubicado en la jurisdicción del distrito de Pacora, en la provincia de Lambayeque, está formado por 5 conjuntos amurallados con 2 plataformas, con un corredor de acceso que permite llegar a la rampa principal.
Este impresionante centro ceremonial Mochica, se compone de un palacio que a su vez cuenta con una rampa principal de 60 metros de largo por 6 metros de ancho y otra rampa de 40 metros de largo por 8 metros de ancho.
La parte más alta de la plaza es de 10 a 12 metros, a cuyos lados se encuentran depósitos, almacenes de alimentos y bienes vinculados al área ceremonial y área administrativa.
El complejo arqueológico contenía también altares internos como el mural polícromo de la fase Mochica Tardío (750 D.C.), así como áreas de control que permitía identificar a las personas que iban a acceder al palacio.
La investigación de este complejo es vital para conocer cómo fue el proceso de transición de los mochicas a los Lambayeque, debido que es poco lo que se sabe acerca de este lapso de tiempo histórico y que ha concitado el interés del mundo científico nacional e internacional.
Por: Juan César Cabrejos
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