Por más de 4 días, la fiesta en honor al Señor de la Exaltación y la Virgen de Natividad se realiza con la presencia del Kusillo, personaje gracioso y jocoso.
Por más de 4 días, la fiesta en honor al Señor de la Exaltación y la Virgen de Natividad se realiza con la presencia infaltable del Kusillo, personaje que es gracioso, jocoso y que le pone el humor a la festividad que año a año se celebra en la ciudad de Juli, capital de la provincia de Chucuito en Puno.
A esta fiesta que se inicia en la segunda semana del mes de septiembre, arriban turista nacionales y extranjeros, quienes debe viajar a Juli, conocida como la Gran Roma Aimara de América, por más de hora y media desde la ciudad de Puno.
La festividad se ha ido transmitiendo de generación en generación y permanece como una de las formas más peculiares para saber si el año agrario será bueno o malo. Esta fiesta multicolor y que tiene como personaje central al K`usillu es celebrada en honor a la Exaltación de la Santa Cruz y la Virgen de la Natividad.
Dentro de la celebración hay muchas escenificaciones que se han practicado y aún se mantiene la costumbre desde años atrás. El personaje protagónico es el K`usillu, palabra de origen aimara que quiere decir gracioso andino, al que también la población le llama el ‘Chistoso de la Fiesta’.
Los Ch`uspiwakas
Es un ritual representado por el Cabildo Chambilla de la Comunidad de Moyapampa, ellos representan y anuncian la llegada de la hora de sembrío en la zona.
Los Q`arapulis
Esta tradicional fiesta se realiza durante tres días. En el primer día los participantes bailan en la plaza principal de Juli las dos únicas danzas que se acostumbran presentar para esta fecha: Waca Waca y los Quenachos.
Esta última tiene la peculiaridad de que la mayoría de sus bailarines son ancianos. El segundo día, es el principal en el que se realiza el ritual más importante: Para iniciar el sargento de los incas pide permiso al subprefecto y a un policía para empezar la pelea que se realizará horas más tarde.
Las autoridades no solo otorgan la autorización sino también las municiones (naranjas) para la pelea. En el ritual de permiso también participa la Mama Qulla quien representa a la Pachamama, también personas ataviadas con trajes de los animales que los incas no pudieron someter, el oso y el león.
Inka Q`urawasiri
Los comuneros de Incapucara se dividen en dos bandos, un total de 15 incas que representan a la Luna y 15 que representan al Sol. El escenario es la plaza de armas de Juli, los protagonistas hacen su aparición por dos esquinas de la plaza para posteriormente dar vueltas por la misma azotando con sus ondas a quienes encuentran en su camino.
Luego se ubican frente a frente y lanzan mutuamente las municiones (naranjas) que les fueron proveídos por la autoridad, también se utilizan higos simbolizando el deseo de una buena producción de papas y chuños.
Cuando se agotan las municiones (Naranjas e Higos) continúa la pelea con azotes entre ellos, hasta que uno de los dos bandos se rinda, luego se dirigen hacia la puerta principal de la Iglesia para efectuar la última parte del rito y conocer cómo será el año, de acuerdo a las características de acuerdo al ganador de la pelea.
Burlones
Más de 600 K`usillus son los que se encargan de animar la fiesta, bailando, corriendo, alrededor de la plaza, molestando y haciendo reír a la gente quienes asisten como espectadores o simplemente transitan por allí. Son burlones inesperados, intrusos se meten a todo lugar, bailan en todas las danzas y mientras se realiza la pelea son los que distraen al público. Siempre se les ve con todo burlón y sarcástico. Así de entretenida es esta fiesta, otro motivo para visitar la hermosa Juli. Especialmente ahora que los incas y los K`usillus nos han anunciado un año lleno de bendiciones y buena producción.
Por: Paty Condori
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